Medio ambiente

Alerta máxima en Collserola, un polvorín en plena sequía

La ausencia de lluvia, la mitad que la registrada en los últimos 25 años, mantiene el parque natural en una situación muy delicada

El incendio que se registró el pasado 26 de abril bajo Sant Pere Màrtir, en la ladera de Barcelona / Manu Mitru

Jordi Piera se recuerda llorando de impotencia ante el avance de las llamas en la ladera norte de Collserola. Era el 11 de agosto de 1994, en un año de incendios nefastos en Catalunya. Semanas atrás habían ardido cerca de 50.000 hectáreas en el Bages y en el Berguedà, en un verano en el que llegaron a declararse 60 fuegos, 12 de ellos de grandes dimensiones. Entre los de menor volumen estaba el que afectó al pulmón metropolitano, que en aquellos 12 meses perdió un total de 254 hectáreas. En el del 11 de agosto se perdieron 150 hectáreas que tardaron mucho en ser atajadas porque la mayoría de efectivos estaban en el Montseny y en la Selva, donde dos incendios se habían unido arrasando otras 9.000 hectáreas. Recuerdos tristes, los de este guarda forestal, el más veterano del parque natural barcelonés. Imágenes que le vienen a la memoria al observar el precario estado de los pinos, secos por debajo de la copa, verdes en la altura; señal inequívoca de sequía. "Estamos en alerta máxima", dice.