Una inspección controvertida

Los animalistas embarcan a la Generalitat en el asedio al Zoo de Barcelona

Tres veterinarios de la Administración autonómica realizan una auditoría del zoológico que despierta recelos en el mundo académico por algunos de sus apriorismos

Una gorila del Zoo de Barcelona, con su cría en brazos, a punto de dar cuenta de una lechuga. / Albert Bertran (ALBERT BERTRAN)

Segundo asedio animalista al Zoo de Barcelona en cinco años. Una auditoría que aún no ha sido dada a conocer pone reparos a 48 de las casi 100 instalaciones del recinto zoológico. El documento, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, es aún provisional. En el asedio del 2016 fue el Ayuntamiento de Barcelona el que, en una decisión de la que luego se arrepintió, hasta puso los arietes, catapultas y onagros para que los animalistas intentaran precipitar la extinción del parque. La comunidad científica salió finalmente a defender los muros del zoo. En esta ocasión, la novedad es el sello que lleva la auditoría. Es el de la Generalitat de Catalunya. Tres veterinarios de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat visitaron el recinto entre los meses de enero y marzo de este año. Este segundo asedio ha sido, por decirlo de algún modo, más troyano.