Cultura a pie de calle

La Biennal Ciutat i Ciència de Barcelona se consolida en su segunda edición

El cambio de fecha se ha revelado como un acierto para encarar la pandemia

Taller dedicado a la exploración de los mares, en el Institut de Ciències del Mar, bajo el paraguas de la bienal. / JORDI OTIX

Barcelona ha conseguido consolidar en su segunda edición la Biennal Ciutat i Ciència. Al menos así lo considera quien es el máximo responsable de dar continuidad a este atractivo formato de debates, conferencias y exposiciones que Barcelona estrenó en el 2019. Según el teniente de alcalde Joan Subirats, cuya concejalía ha destinado 660.000 euros a celebrar 250 actividades a lo largo de la semana, en las que han sido invitados a participar unos 300 ponentes, las restricciones a las que obliga la pandemia no han impedido que “los ciudadanos se hayan podido encontrar la ciencia a pie de calle”.

Barcelona celebró en 2018 la Biennal de Pensament, con un éxito de público entonces que sorprendió a propios y extraños. Aquella fórmula se repitió un año más tarde, pero en esa ocasión con la ciencia como eje vertebrador. De este modo, como los dientes de una cremallera, Barcelona tiene cada año una cita de estas características, pensamiento y ciencia alternativamente, una fórmula que se va puliendo en los detalles. En esta segunda bienal científica, por ejemplo, las jornadas se han movido en el calendario, del frío e ingrato febrero de la primera edición, a junio, en que las sesiones al aire libre han sido más agradecidas.

Los debates

La herencia más interesante que dejan este tipo de jornadas es, como ha subrayado Subirats, la despensa de videos disponibles cara al futuro, con conferenciantes de primerísimo nivel. En la edición clausurada este domingo, los temas principales tratados han sido los límites de la biogenética, la exploración del espacio y el debate sobre los recursos naturales, con especial énfasis en las cuestiones relacionadas con la alimentación.