La recuperación de los efectos socioeconómicos de la pandemia

El Pacto por BCN para reflotarla tras el covid llega a su ecuador

  • La alianza ha puesto en marcha 300 acciones para la reactivación social y económica de la ciudad

Colau y el resto de jefes de filas de los partidos en el ayuntamiento en julio pasado, cuando se firmó el Pacto por Barcelona. / MANU MITRU

En julio pasado, cuando el confinamiento domiciliario ya era historia y Barcelona empezaba a respirar de nuevo con cierta fuerza, cuando aún no estaba claro que la segunda y la tercera ola del coronavirus serían tan intensas, actores de todos los ámbitos acordaron con el ayuntamiento poner sobre la mesa una especie de plan de rescate.

Cerca de 200 participantes integran el colectivo, que ha estimulado hasta 300 acciones encaminadas a lograr la reactivación social y económica de la ciudad tras meses de incertidumbre y dificultad, que han golpeado severamente a casi todos los sectores, con especial saña en algunos casos, como el de la restauración. Los siete grupos municipales del consistorio integran el acuerdo.

Seguimiento

Este lunes se ha celebrado la primera reunión de seguimiento del pacto, en una sesión celebrada en el Salo de Cent -en gran parte de asistencia telemática-, presidida por la alcaldesa, Ada Colau, y por el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni. “Barcelona ha crecido y superado siempre las adversidades gracias a su capacidad de elevar la mirada, escuchar, pactar y encontrar soluciones innovadoras a los retos”, ha dicho Colau, que ha agradecido su apoyo a los participantes del pacto. 

La alcaldesa ha subrayado que meses atrás la recuperación, por lo menos en lo que atañe a la crisis sanitaria, parecía más cercana, si bien ha vislumbrado “una mínima recuperación” con la vacuna como solución. Collboni ha destacado que el pacto “tiene un contenido y una hoja de ruta marcada desde todos los ángulos de la sociedad".

Entre las actuaciones ya tomadas, el consistorio destaca la ampliación del espacio para las terrazas -no exento de críticas-; las ayudas a autónomos; el plan de digitalización de los mercados; el despliegue de la Estrategia de Soledad, la ampliación del Bicing a todos los distritos y la consolidación del programa de protección de los colegios para ofrecer seguridad a alumnos y familiares. Algunas de estas iniciativas ya existían antes de que llegara la crisis sanitaria y se intensificaron.

El pacto tiene previsto un calendario que finaliza en diciembre del 2021 y parte de 10 objetivos, entre ellos, los de reactivar y fortalecer el tejido productivo; apostar por sectores económicos innovadores y potenciar la transformación digital de la ciudad; impulsar la acción comunitaria reforzando los servicios sociales; apostar por la construcción de pisos asequibles y por la rehabilitación.

Consenso y ausencias

El Pacto por Barcelona nació como una alianza para reflotar la ciudad después semanas y meses de parón económico. Algunos no compraron la receta. La patronal Foment se desmarcó del pacto y acusó a Colau de no dialogar. En las antípodas ideológicas de los empresarios, tampoco la Federació Federación de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB) se subió al barco, argumentando que la alianza era un asunto “vacío, sin concreción”, que no tenía en cuenta los cambios estructurales que la entidad considera imprescindibles.