Nuevo acceso a la cima de Barcelona

El primer vagón de la Cuca de Llum, el nuevo funicular del Tibidabo, ya está en su raíl

  • Una grúa coloca la mitad del tren en el inicio de su ruta, en la plaza del Doctor Andreu

  • El transporte, considerado una atracción más del parque, empezará a funcionar en verano

Uno de los dos vagones que forman el primer coche de a Cuca de Llum, este jueves, en el aire. / Ferran Nadeu

Paseantes, runners y otras especies que circulaban este jueves a mediodía por la plaza del Doctor Andreu, en su mayoría camino de la Carretera de las Aigües, se han topado con una gran grúa (220 toneladas) que transportaba un peso considerable. No era una operación cualquiera para los amantes del Tibidabo, tanto de la montaña como del parque de atracciones que lleva su nombre.

En una operación que se ha prolongado ocho horas, la grúa ha colocado los dos vagones que forman el primero de los dos coches de los que constará la Cuca de Llum, la heredera y sucesora del histórico Funicular del Tibidabo. Fue el primer funicular que se instaló en España: empezó a construirse en junio de 1900 y se inauguró en octubre de 1901. Este año cumpliría 120 otoños, pero no lo hará: fue jubilado en septiembre de 2019 para dejar paso a la Cuca de Llum.

Dentro de una semana, el 18 de marzo, llegarán los otros dos vagones, como los primeros en camión, provenientes de la fábrica Sigma del Grupo Leitner, en la localidad francesa de Veyrins (Rhone-Alpes). La instalación estará completada, a falta de estudios y controles previos y en función de cómo evolucione al pandemia. Está previsto que el nuevo funicular empiece a circular en verano, aunque el calendario depende de cuándo pueda reabrir sus puertas el parque de atracciones, en la actualidad cerrado por las restricciones sanitarias. Por ello, el consistorio indica que la Cuca entrará en funcionamiento durante el segundo semestre de este 2021. Por ahora, los vagones están tapados, para que su nueva imagen se conozca cuando circulen.

La puerta del parque

Además de cómo un medio para ofrecer una visión panorámica de Barcelona, la Cuca de Llum está planteada como un cambio en la manera de acceder al parque de atracciones. Dicen en el consistorio que con esta iniciativa se recupera el espíritu del doctor Salvador Andreu Grau, nacido en Barcelona en 1841 y padre de las pastillas contra la tos que llevaban su nombre. Con su negocio farmacéutico se hizo millonario y, entre otras iniciativas, empleó parte de ese dinero en urbanizar parte dela ciudad, de la plaza de Kennedy para arriba, empresa para la que captó a otros prebostes de la época. Creó dos medios de transporte: el Tramvia Blau –fuera de circulación desde hace dos años y del que no se sabe cuándo volverá a la vida- y el funicular.

Traslado de uno de los dos vagones que forman el primer coche de a Cuca de Llum, visto desde arriba, este jueves.

/ Ferran Nadeu

La idea que se recuperará es que el funicular, ahora la Cuca de Llum, sea la puerta del parque. Para ello, los autobuses que en la actualidad salen de Vall d’Hebron y de la plaza de Catalunya y que llevan hasta la entrada superior de la instalación abandonarán ese recorrido y circularán hasta la plaza del doctor Andreu. Con ello se espera reducir un 14,8% los desplazamientos de vehículos privados a la cima de la montaña, lo que agradecerán el medio ambiente y los vecinos.

Para que el nuevo sistema sea eficiente, el nuevo transporte mejora considerablemente las prestaciones de su antecesor. La Cuca de Llum podrá llevar 252 pasajeros en cada trayecto, el triple que el sistema anterior. La velocidad será de 10 metros por segundo, cuando antes era de cuatro metros. El viaje durará tres minutos: antes eran siete. El diseño de la Cuca de Llum es del arquitecto Josep Miàs, del estudio barcelonés MiAS Architects.