Singularidad urbanística

Barcelona, la ciudad de los 4.800 chaflanes

  • Rosa Feliu muestra en el COAC la evolución de las esquinas de 20 metros y 45 grados que proyectó Cerdà 

  • Las hay de monumentales, mimetizadas, partidas y  dobladas, y muchas con paternidad reconocible

La fachada trasera de la Casa Comalat, en uno de los chaflanes presentes en la exposición ’El repte del xamfrà’, en la sede del COAC. / Rosa Feliu

¿Cuántos chaflanes hay en Barcelona? Muchos. Muchísimos. A falta de saber si alguien los ha contado alguna vez, nadie se aventura a dar una cifra redonda. Una aproximada podría ser 4.800. Ahí es nada. El número sale del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) y del catálogo de la muestra comisariada por el arquitecto Fernando Marzá, 'Cerdà, 150 anys de modernitat’. En él, se habla de 1.200 plazas en los cruces del Eixample, ergo a cuatro chaflanes por plaza la cifra es de aúpa. Pues eso, miles de esquinas con un plano de 20 metros y un ángulo de 45 grados que Ildefons Cerdà (1815-1876) dibujó no para mayor gloria de Núñez y Navarro sino para facilitar la circulación y para mejorar la ventilación de la ciudad, algo vital en esos tiempos en que Barcelona salía del encorsetamiento de las murallas y de la insalubridad por la falta de sol y aire, y por el exceso de apiñamiento.