“La Iglesia se parece a un hospital de campaña a donde llegan personas heridas”. Estas palabras pronunciadas por el Papa Francisco en 2014 inspiraron a Peio Sánchez, rector de la iglesia de Santa Anna, a fundar un hospital de campanya en la parroquia. Tal cual. Desde el 2017 que en lo que fue monasterio de la orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, en el siglo XII, y en 1493 acogió a las Cortes convocadas por Fernando II se alimenta y da cobijo a los que no tienen un mendrugo que llevarse a la boca ni catre para descansar. Esto es así y fue así, a excepción del parentesi impuesto por el covid-19. El confinamiento lo cambió todo, las vidas de los más necesitados, por supuesto, y también la de muchos de los que hasta marzo del 2020 no entraban en la categoría de vulnerables, además de las formas, que no el fondo, de proceder de la parroquia.
La pequeña gran historia de Santa Anna
La fotógrafa Maria Contreras Coll expone en Santa Anna un reportaje sobre la ayuda de la parroquia a los más necesitados durante la pandemia
El trabajo es uno de los 150 premiados con una beca de la National Geographic Society destinada a dar luz a los estragos producidos por el covid-19
Maria Contreras Coll, en el claustro de Santa Anna con una de las imágenes de su exposición sobre la ayuda que ofrece la parroquia a los afectados por el covid-19.. /
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia