Claves del nuevo modelo de Navidad 'made in Barcelona'

Si en algo no ha brillado Barcelona desde hace lustros ha sido en la parafernalia navideña. No hablamos ya en términos lumínicos, donde cada kilovatio era motivo de pulso entre el consistorio y el comercio, sino en el concepto general de la festividad, descafeinada y convencional. Una letargia que, curiosamente, el terrible 2020 ha revertido por fin. El artífice de la nueva etapa recién iniciada es Oriol Martí Sambola, comisionado de la Navidad barcelonesa, avalado por llenar de arte y magia las calles de Tàrrega con su feria. El creador explica las claves: MODELO DE NAVIDAD «Hemos estado durante meses generándolo. Con un relato unificado que se pueda explicar y tenga continuidad los próximos años», afirma. Se articula en ejes vertebradores que coinciden con todo lo que pasa en la ciudad, donde son clave los referentes culturales de la Navidad, del cine, a la literatura o la música. «Recogemos todas ellas, para tratarlas, mostrarlas y encargarlas a agentes creativos». Como exponente común, con creatividad local, sacando partido al talento de artistas del territorio. PARA TODOS La programación de Navidad ya no es solo para niños. «Quiere integrar a personas mayores, personas solas, recién llegados a la ciudad, visitantes...». Se abre a todos los públicos según la franja horaria y a pie de calle. comercio reanimado Para el equipo de Martí era fundamental «generar vínculos entre el hecho cultural y económico, como el comercio». Hay un gran paquete de actividades que suceden en el corazón de los barrios, en sus ejes comerciales, creando un polo de atracción y animando la venta de proximidad. SONIDOS DE NAVIDAD Es uno de los proyectos estrella de la campaña, desarrollado con la asociación de músicos de jazz y de música moderna de Catalunya y que consta de 100 conciertos en 50 «balcones sorpresa de la ciudad». Músicos locales de jazz de aquí, en base a referencias musicales del christmas-jazz norteamericano, por ejemplo, suenan por la ciudad. Se les puede escuchar en un balcón ante el mercado de la Mercè o de la Rambla. Cuando no te lo esperas. EXTRAORDINARIEDAD «La ciudadanía durante 40 días ha de vivir esa sensación de que pasan cosas especiales». Desde el emotivo encendido de luces el pasado día 26 de noviembre con un espectáculo de Sol Picó, hasta la llegada de los Reyes Magos el día 5 (aunque Martí no articula el trajín de sus majestades de Oriente -a cargo del ICUB-, ni la Nochevieja). La idea es que todos esperen cada año la campaña navideña local. LENGUAJE UNIVERSAL «Queríamos que llegase a toda la ciudadanía, independientemente de su género, lugar de origen o condición social», cuenta. "Música y artes de calle son elementos culturales que llegan a todos". A destacar, la instalación audiovisual en la plaza Universitat de Maria Güell a propósito de la Navidad y de los esfuerzos de todos en la pandemia». Con el poeta Eduard Escofet despliega frases y sintagmas sobre el virus y los nuevos hábitos. ESPACIO PÚBLICO El clima de Barcelona permite llegar al máximo de gente desde el espacio público y gratuitamente, relata. La clave este año es la pivotación en las ubicaciones, en «una lógica de centro y distritos. Ha de haber actividad en todas partes». EL CORAZÓN: LA PLAZA CATALUNYA Por la mañana, actividades para niños y niñas en familia. Hay un recorrido por las humanidades y la construcción de la ciudadanía, a través de cuatro recorridos que se desplegan, desde la literatura a la ciencia o las artes y el movimiento y la vida saludable. Por la tarde, programación cultural con los ejes de las artes escénicas (danza con bailarines del conservatorio del Institut del Teatro y circo contemporáneo también de Barcelona).y músicas desde afrolatinas a indie catalán, siempre con referencia navideña.En la última franja horaria, el poder de Insectotropics, que hacen arte de calle, multimedia, artes plásticas, visuales... «Les encargamos una versión del cuento de Navidad de Charles Dickens, pero 100% original. E innovador en las formas». Con reserva, a las 21.00 horas. EFECTO PANDEMIA Hubo «consenso total, tecnico y político», en que había que preservar la actividad navideña, tanto para mantener la «industria creativa» y por «salud emocional» de los barceloneses. Ha sido un «reto de gestión». Los Sonidos de Navidad subieron a los balcones y para evitar concentraciones los cantantes entran y salen. Hay límites de aforo, protocolos, y muchas acciones bajo reserva. En la plaza Catalunya incluso hay certificado sanitario.

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