BARCELONEANDO

Las galerías de arte se conjuran contra el derrotismo

Las salas de Barcelona se niegan a caer en el pesimismo y mantienen programación pese a que la pandemia golpea fuerte

Preparativos para la exposición dedicada a José Guerrero y sus años en EEUU, este viernes en la Galeria Mayoral.  / Jordi cotrina

Hubo un tiempo en que decir Barcelona era decir galería de arte. Y hubo un tiempo en el que decir calle de Consell de Cent era, también, decir galería de arte. De las dos cosas hace mucho pero no tanto. Barcelona dejó de ser primera plaza cuando Madrid dio en el clavo, en los 80, con el nacimiento de la feria Arco y acabó con los tímidos intentos de Barcelona para hacer lo propio. La consolidación de los museos estatales ayudó también lo suyo allá por los 90, el resto fue cosa del gran número de ejecutivos con posibles que por entonces empezó a concentrar la capital. La diáspora de galerías de Consell de Cent llegó más tarde. La crisis del 2008 fue un gran revés para el mundo de las salas de arte. Desde el sector calculan que llegaron a perder el 50% de la facturación. Los altos alquileres del centro de Barcelona, con el tiempo, acabaron de dar la estocada a la vía. Hubo deslocalización. El arte se fue con el pincel a otra parte. En Consell de Cent siguen habiendo galerías, desde luego, pero no es la calle que era. Tampoco lo es Barcelona. Y así las cosas, llegaron la pandemia y sus secuelas.