Mujeres que levantan barrios

Se ríen y escuchan. Comparten experiencias, éxitos y fracasos, y buscan juntas soluciones para ellas y para el barrio. Las reuniones de la asociación de comerciantes de Trinitat Nova son, a la práctica, un grupo de apoyo mutuo entre mujeres sin aparecer en sus estatutos nada de eso. Isabel Chumillas nació y se crió en Trinitat Nova. Tras acabar el instituto se marchó a Manresa a estudiar Podología. Terminó sus estudios y su tía le hizo una propuesta. Tenía un local chiquitito vacío en el barrio, y se lo ofreció. "¿Por qué no te pones aquí por tu cuenta?", le dijo. Corría el año 2006 y abrir un centro de Podología en Trinitat Nova, enclave que año sí, año también, ocupa los primeros puestos en el listado de barrios más empobrecidos de Barcelona, podía sonar a idea de bombero, pero Isabel decidió apostar. En este barrio de bloques duros de ventanas rebosantes que se levantan por encima de la Ronda de Dalt conformando el otro 'skyline' de la ciudad, el que no sale en las guías de viajes, también tenían derecho a los cuidados. "Al principio costó, costó mucho, pero al ser de aquí de toda la vida mucha gente me conocía y poco a poco me hice un hueco", explica la podóloga, hoy presidenta de la asociación de comerciantes, uno de los motores de un barrio con un tejido asociativo débil. Empezó a consolidar el negocio y el 2015 dejó el local de su tía y se cambió a otro más grande, junto al mercado, donde ha podido ampliar el negocio y ofrece también servicio de osteopatía, nutricionista y fisioterapia. "Aposté por mi barrio, donde no había de nada y salió bien", resume orgullosa la joven presidenta. Cultura de proximidad Rosario García también es hija de la Trinitat. "Vivo justo delante del mercado, este era el piso de mis padres y aquí me quedé, cuando formé mi familia", se presenta esta madre de dos hijos de 21 y 14 años. "Soy delineante y he sido durante muchos años autónoma. Trabajé para muchos despachos de la ciudad hasta que hace unos años coincidieron varios factores. El trabajo de delineante bajó a mínimos con la anterior crisis y vi que los quiosqueros de la papelería del mercado, delante de casa, se jubilaban", cuenta. Rosario había sido siempre una romántica del papel. De las que se vuelven locas en una librería oliendo las páginas de los libros, con el tacto de cada hoja de una libreta, así que, como Isabel, decidió apostar por el barrio, quedarse la papelería y darle un giro. "Mi hermano se quedó en el paro y decidimos cogerla juntos. Además, entonces, mi hijo pequeño tenía siete años y me iba muy bien tener el trabajo cerca, para cualquier cosa estaba a un paso de caso", prosigue. "Vi que los de la papelería del mercado, delante de casa, se jubilaban y me lancé. Soy una romántica del papel" Rosario García Quiosquera del mercado de Trinitat Nova "La papelería estaba muy abandonada. Eran dos personas mayores que se jubilaban y no tenían ganas. Le dimos una vuelta y la gente lo notó muchísimo. La levantamos, creímos en la necesidad de la cultura de proximidad, con una sección bastante completa de libros...", relata Rosario. Pese a las condiciones materiales de vida en el barrio, esta apuesta por la cultura de Rosario no es un caso aislado en Trinitat Nova. En este barrio a los pies de Torre Baró se levanta desde hace más de cuatro décadas uno de los equipamientos culturales más importantes de la ciudad, el Ateneu Popular Nou Barris; y en los últimos tiempos, la apuesta municipal por el instituto escuela Trinitat Nova a través del Plan de Barrios también ha ido en esa línea de la mejora social a través de la cultura, abriendo la biblioteca al barrio, por ejemplo, o impulsando un proyecto educativo de referencia para intentar que los vecinos de la Trinitat se queden estudiando en el barrio (uno de los grandes retos del lugar). Momento difícil Pese a las ganas y las horas invertidas por Rosario, la situación es compleja. "Es un momento muy difícil. No hay dinero, hay casas en las que no entra ni un duro, con los dos adultos en erte, además de la competencia de los bazares y los centros comerciales y las grandes plataformas que venden por internet", lamenta Rosario. "Casi todos los comercios del barrio están regentados por mujeres, casi todas mujeres solas, emprendedoras" Marta Herrera Dinamizadora comercial Rosario e Isabel son de las protagonistas del corto Dones Emprenedores de Trinitat Nova, creado por la asociación con motivo del 8 de marzo de este año, estrenado pocos días antes de que la vida de todos se girara como un calcetín. "El 8 de marzo es una fecha muy importante para la asociación, ya que una de nuestras principales líneas estratégicas es la lucha por la igualdad y contra la violencia de género", apunta Marta Herrera, dinamizadora comercial. "Casi todos los comercios del barrio están regentados por mujeres, y casi todas mujeres solas, emprendedoras", reivindica Herrera. "El vídeo quería ser un homenaje a todas ellas. Una manera de hacerles un reconocimiento, de valorar el esfuerzo que hacen. Hay una historia detrás de cada una de ellas. Tienen mucho mérito", concluye. Los otros dos principales ejes de trabajo de la pequeña pero activa asociación (formada por unos 30 comercios, contando el mercado) son el fomento de la alimentación saludable y un programa de becas para que jóvenes estudiantes del barrio puedan seguir sus estudios.

Mujeres que levantan barrios

El comercio de Trinitat Nova, en su mayoría regentado por manos femeninas, reivindica el papel de las emprendedoras que apuestan por el barrio

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