ABIERTO EN VACACIONES

Passeig de Gràcia: el corredor de la muerte

Un aparcamiento subterráneo explica la enorme longitud (260 metros) del transbordo que une la L-2, La L-3 y la L-4

Transbordo de las estaciones de metro de Passeig de Gràcia. / FERRAN NADEU

El único impedimento para saltarse el transbordo de las líneas 3 y 2/4 del metro de Barcelona es que, por mucha T-Usual o T-casual que el pasajero lleve encima, salir a la calle y volver a entrar le cuesta un billete extra. Es una condena. Es inevitable. El viajero urbano que tenga que ir de la línea verde a la lila o la amarilla, o viceversa, se ha de comer esos 260 metros dignos del 'travelling' del niño en triciclo de 'El resplandor'.