El único impedimento para saltarse el transbordo de las líneas 3 y 2/4 del metro de Barcelona es que, por mucha T-Usual o T-casual que el pasajero lleve encima, salir a la calle y volver a entrar le cuesta un billete extra. Es una condena. Es inevitable. El viajero urbano que tenga que ir de la línea verde a la lila o la amarilla, o viceversa, se ha de comer esos 260 metros dignos del 'travelling' del niño en triciclo de 'El resplandor'.
ABIERTO EN VACACIONES
Passeig de Gràcia: el corredor de la muerte
Un aparcamiento subterráneo explica la enorme longitud (260 metros) del transbordo que une la L-2, La L-3 y la L-4
Transbordo de las estaciones de metro de Passeig de Gràcia. /
Temas
Lo más visto
- Manolo García: “De estas elecciones me ha gustado que, de cada dos catalanes, uno no ha ido a votar”
- Tres turistas catalanes mueren en un tiroteo en Afganistán
- Marc Janeras: "Los gestores de Rodalies han conseguido vaciar el tren; están desmantelando el uso de la R3"
- Los bancos tendrán que ofrecer a sus clientes morosos renegociar la deuda antes de llevarles al juzgado
- Entrevista con Fabio Capello, 30 años después del 4-0 del Milan al 'Dream Team' de Cruyff: "No hubo final"