crisis sin precedentes

Barcelona tiembla ante el efecto económico de un verano sin turistas

Afronta la crisis de la pandemia con las ventas al 50% en media ciudad y apenas un 20% de hoteles abiertos

El comercio y la hostelería prevén nuevos cierres en otoño y temen miles de pérdidas de empleo

La plaza de la Catedral, casi desierta, esta semana. / FERRAN NADEU

Apenas tres veranos separan la Barcelona con pancartas proclamando «turistas go home» (iros a vuestra casa)  en pleno centro, de la Barcelona que esta semana fue escenario de un capítulo (de autobombo) del programa 'Masterchef' con presencia activa de la alcaldesa Ada Colau. O de la que está a punto de lanzar una intensa campaña de promoción para recuperar un turismo español que compense al internacional que este año apenas viajará. La bofetada de realidad, al pasar la ciudad de la masificación en algunos puntos a casi la deserción, ha evidenciado la importancia vital del turismo (acaso excesiva) en la economía local. Por eso, este verano con apenas un 20% de hoteles abiertos y en baja ocupación, con un desplome de facturación de hasta la mitad en los comercios y restaurantes más céntricos, y miles de empleos en jaque (la mitad de los trabajadores del turismo siguen en ERTE) , pondrá a prueba la capacidad de remontada local.