Un sector muy dañado

Barcelona lanzará 200.000 bonos para incentivar el consumo de cultura

El Bonus Cultura costará 40 euros, de los que el usuario pagará 30 y los 10 restantes irán a cargo del ayuntamiento

La platea vacía del Teatre Lliure.

La crisis provocada por la pandemia del covid-19 se ha cebado en muchos sectores económicos, también en el de la cultura en general y en el de las industrias culturales en particular. La cultura supone casi el 6% del PIB de Barcelona, y las empresas y profesionales que se dedican a ello generan 136.701 puestos de trabajo y dan vida a 23.882 empresas. Tras el paso de la pandemia no hay una fotografía fija aún de cómo ha quedado el sector, pero los datos provisionales son demoledores: las empresas teatrales calculan medio millón de espectadores perdidos mientras que las salas de cine suben la cifra hasta el millón y medio; y las librerías y la edición en general han dejado de ingresar entre el 20 y el 25% de la facturación anual que supone la fiesta de Sant Jordi, una ‘diada’ que no fue pero será el próximo día 23 de julio. Y todavía está por ver cómo funcionará.

Así las cosas, para evitar que la actual crisis de demanda se convierta también en una crisis de oferta y, sobre todo, para intentar revertir la situación, o por lo menos mejorarla, el ayuntamiento ha puesto dos millones de euros sobre la mesa a través del Bonus Cultura. Se trata de incentivar el consumo y la actividad económica bonificando, en un 25%,  el gasto del ciudadano en teatro, cine, música, espectáculos de artes escénicas y libros.

Idea inédita

La idea, inédita en la ciudad, es sencilla: el potencial espectador (o lector) compra un abono de 30 euros que automáticamente se convierte en un abono de 40 euros. La diferencia de 10 euros la pone el consistorio a través de los dos millones aportados por el Centre de Coordinació de la Resposta Econòmica (Cecore), fondo extraordinario de 25 millones de euros activado desde el ayuntamiento para impulsar la economía en la etapa poscovid. El cálculo es que la inversión de dos millones de euros tenga un impacto de ocho millones sobre el sector. 

El Bonus Cultura tiene un doble objetivo "ayudar a las empresas y profesionales de la industria cultural, y a su vez facilitar la accesibilidad a la cultura rebajando la barrera económica que supone el consumo cultural" en época de crisis, según Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Barcelona. De manera que se emitirán 200.000 abonos, los primeros 50.000 a partir del 13 de julio; el resto en septiembre. Y serán válidos hasta el 31 de diciembre, fecha en que se supone que la normalización cultural de la ciudad será un hecho. 

La partición en la emisión del Bonus Cultura busca repartir de forma equitativa el efecto de la bonificación sobre el conjunto del sector cultural, y después del verano es cuando el teatro, las artes escénicas y una parte de la música se activarán de forma más definitiva. De ahí que no se oferten todos los abonos de golpe. También es posible que aumenten las emisiones. No en vano el ayuntamiento está seguro de que la propuesta será un éxito y busca socios para poder ampliar la iniciativa en el último trimestre del 2020.

Privados y públicos

No habrá restricciones en la compra –se pueden adquirir los abonos que se quieran y todo el mundo puede hacerlo sea o no de Barcelona– ni en la naturaleza de las empresas participantes –se pueden apuntar tanto las privadas como las públicas–, pero sí en la manera de gastarlos: la rapidez en poner en marcha la iniciativa ha hecho que sea tecnológicamente imposible fraccionar el pago. Es decir, el abono deberá gastarse por entero en un solo establecimiento. Si la compra es superior a 40 euros el ciudadano deberá poner la diferencia; si es inferior, recibirá un vale.

Y el precio, 40 euros finales, no es una cifra azarosa sino que «se adecua al coste de dos entradas de teatro, de dos entradas de música, y al precio de dos libros, quizá no se adecua tanto al cine, peros sí a la asistencia de cuatro personas. Hemos pensado en la lógica económica que mejor encajaba en el conjunto del sector». Palabra de Xavier Marcé, concejal de Turismo e Industrias creativas. Pero esa lógica económica no incluye a los museos. ¿Por qué? "Porque los  museos públicos, en general, ya tienen una gran política de bonificación del precio de la entrada".

Otras ayudas

La propuesta no es la primera ayuda destinada al sector cultura que sale del ayuntamiento, pero sí la primera que va dirigida directamente al consumo. El pasado 18 de marzo, desde la regiduría de Cultura se anunciaron 10 medidas extraordinarias para aliviar la crisis del sector, entre ellas, una partida de un millón de euros para la compra de libros para bibliotecas cuya convocatoria salió ayer. Y otro millón para la subvención extraordinaria de las entidades culturales más vulnerables que cuenta ya con 350 solicitudes.