La preocupación por la situación provocada por la COVID se mantiene alta entre los barceloneses y un 86 % se muestra muy o bastante preocupado, sobre todo por la economía, según una encuesta coordinada por la Oficina Municipal de Datos para monitorizar la incidencia de la pandemia.
A medida que la situación sanitaria se ha ido controlando, la inquietud se ha ido desplazando desde el aspecto sanitario hacia la situación económica, concluye el estudio realizado entre el 6 de abril y el 16 de mayo a partir de 3.600 entrevistas.
Llama la atención que el 47 % de los asalariados y el 86,1 % de los autónomos piensan que esta crisis tendrá consecuencias negativas para su trabajo.
En cuanto a las medidas de desconfinamiento, el 54 % cree que son oportunas y que era el momento de aplicarlas, mientras que el 41,7 % opina que había que esperar más.
Una leve mayoría (51,2%) opina que el comportamiento colectivo respecto a estas medidas es mayoritariamente incívico e irresponsable, mientras que un 47,1 % que opina lo contrario.
Por otro lado, seis de cada diez barceloneses valoran positivamente la gestión de la crisis del COVID del Ayuntamiento de Barcelona, una nota ligeramente superior a la que otorgan a la Generalita, según los datos recogidos por el propio consistorio y muy por encima a la dada al ejecutivo central.
Concretamente, la gestión del Ayuntamiento es valorada favorablemente por un 58,1 % de las personas encuestadas, mientras que un 16,4 % la valoran negativamente.
Por su parte, el trabajo hecho por la Generalitat es percibido positivamente por un 55,9 % y valorada negativamente por un 24 %.
Respecto a la gestión del Gobierno, un 39,4 % la valoran positivamente y un 45,1 % de la valoran negativamente.