RELEVO A MEDIO MANDATO

García Albiol, el segundo turno de un provocador veterano

El exalcalde recupera la vara de mando y se propone mantenerse al frente del consistorio hasta el 2027

Hijo de una familia humilde, de padre inmigrante, lleva 29 años como edil y flirtea con acabar en la privada

Albiol muestra la vara de mando municipal, este martes en el Ayuntamiento de Badalona. / EUROPA PRESS / DAVID ZORRAKINO

¿Quién le iba a decir a Xavier Garcia Albiol en 1991 que algún día sería alcalde de Badalona? Probablemente, se lo decía él mismo. El 15 de junio de aquel año, Albiol se convirtió en concejal del PP, el único representante de los populares en el consistorio que encabezaba el socialista Joan Blanch. Ya no se fue de allí: tiene 52 años y es edil desde hace 29. 

En sus inicios como representante público se vio que le gustaba disfrutar de cierto estatus. «Me compré un BMW 316 de segunda mano, con 70.000 kilómetros. ¿El Rolex? No. El Rolex lo compré en 1993», contaba, preguntado por el rumor de que había dedicado sus primeros sueldos públicos a equiparse con cochazo y reloj. Tuvo un velero, que vendió a principios de este año. Casado, tiene dos hijos.

Llegó al ayuntamiento como único edil del PP y subió hasta los 11 que su grupo tiene ahora

Mandato a mandato, logró subir peldaños a zancadas, como recordaba en el 2010: «Soy el único político de Catalunya que desde 1991, y durante 19 años, siempre ha mejorado el resultado electoral anterior». Pasó de un concejal en 1991 a cuatro en 1995, cinco en 1999 y el 2003 y siete en el 2007, a solo dos del PSC, el más votado. En el 2011 siguió el ascenso: 11 concejales. En el 2015 bajó a 10  y en mayo del 2019 obtuvo 11 otra vez. Pese a ganar en tres ocasiones, solo fue alcalde del 2011 al 2015. Es lo que tiene su estilo: no sirve para tender puentes.

El básquet: “No era malo”

Sería interesante preguntar a sus antiguos compañeros qué tipo de jugador era en el básquet. Con 2,01 metros de altura, jugó cuatro años en los juveniles y el júnior del Joventut. Tiempo atrás decía que sin ser una estrella “no era malo": "Tuve ofertas de Galicia, Mallorca y Andalucía". Eligió la política. Y empezó Derecho: “Me faltan asignaturas del último curso”, dice.

Siempre ha estimulado las formas más abruptas para sobresalir. Para lograrlo no ha dudado en meterse en todos los charcos. Empezó de muy joven, en 1994, cuando cuestionó que se abriera un registro para parejas de hecho en Badalona. Una decisión que equiparó a convertir el ayuntamiento en un «un nido para fomentar la homosexualidad». Años después renegó de aquella declaración. También se hizo famoso el vídeo en el que, en el 2006, aparecía dando un manotazo a un manifestante contrario a los populares a las puertas de un acto en Martorell. «No me arrepiento y lo volvería a hacer», dijo.

Lo que le puso en la picota y también le dio votos fue criminalizar sin miramientos a la inmigración ilegal, específicamente al colectivo de gitanos rumanos. No queremos rumanos, rezaba una pancarta incluida en un folleto del partido. Albiol convirtió aquello en una causa. “Le salió bien, porque cuando se convirtió en alcalde, en el 2011, los gitanos rumanos se fueron. Pero no por él, a causa de los efectos de la crisis económica”. Lo explica otro rival que sostiene que en la ciudad mucha gente de izquierdas vota a Albiol y no lo cuenta. Y añade: “Es muy hábil. En la campaña del 2019 colocaba carteles en catalán en el centro y en castellano en otros barrios. Y con el logotipo del PP casi invisible”.

De familia humilde

Hay que recordar que Albiol es hijo único de inmigrante. Nació en una familia humilde del barrio de Morera. Su madre, de Badalona, fue peluquera. Su padre, de Vélez Rubio (Almería), conducía un camión de la brigada municipal badalonesa.

En las autonómicas del 2017, el PP logró 10.000 votos en Badalona. En el 2019, Albiol consiguió 37.500

“Soy más militante de Badalona que de mi partido”, ha afirmado este martes, y la realidad es que es así. Por el PP lo ha sido todo -diputado en el Parlament, en el Congreso, senador-, pero nunca le ha ido tan bien como en Badalona. En el 2017, con él como cabeza de cartel y presidente, el partido se la pegó en las autonómicas y se quedó con solo cuatro diputados. Entonces, en  Badalona, algo más de 10.000 personas votaron a los populares. En las municipales de mayo del 2019, 38.000 personas votaron a Albiol. “No votan al PP, le votan a él”, insiste el rival citado anteriormente.

¿Quién le iba a decir a Albiol que lograría ser alcalde de nuevo? Sin duda, él mismo. Por eso se volcó en intentarlo. Ahora, a preguntas de este diario, sostiene que se propone mantener la alcaldía hasta el 2027. "Y luego, si todavía tengo edad, me gustaría pasar por el sector privado”.