La patronal de los pisos turísticos Apartur ha rechazado drásticamente hoy miércoles el próximo aumento de la tasa turística en Barcelona que, en su caso, podría suponer haber multiplicado por 10 este tributo en solo cuatro años. El colectivo que aglutina a la mayoría de propietarios de las viviendas legales de alquiler por días ha presentado su balance del 2019, que recupera sus mejores cifras, tras un 2018 “malo”. La ocupación alcanzó el 81,37% de media en la ciudad el año pasado, a la par que su precios subieron un 4,5%.
Su presidente, Enrique Alcántara, recuerda que el 2018 había sido un año de caídas, con la ocupación más de tres puntos por debajo de la actual. Pero eludió el triunfalismo porque ven posible que el Brexit, la amenaza del coronavirus y “sobre todo” las nuevas tasas turísticas tengan un efecto negativo en el sector.
El recargo de hasta cuatro euros por pernoctación que quiere aplicar el ayuntamiento para aumentar los ingresos directos para Barcelona debe ir precedido por una modificación del impuesto de estancias turísticas por parte del Govern. Pero antes deben aprobarse los presupuestos de la Generalitat. Es decir, que se prevé que los incrementos lleguen este mismo año.
Alcántara ha recordado que el impuesto para los pisos turísticos era de 0,65 euros por noche en el 2016, que luego pasó a ser de 2,25 en Barcelona, y que de aumentarse ahora en hasta 4 euros pasaría a ser de 6,25. Se habría multiplicado por 10 en cuatro años y representaría más del 14% sobre el precio del alojamiento, se lamenta. El porcentaje es muy superior al impacto que tendría en hoteles de categorías superiores, exponen.
Por ese motivo, reclaman que la Administración local prime la persecución de los alojamientos ilegales (que no pagan tasas) en lugar de “castigar fiscalmente” a los que siguen las reglas del juego. Mientras existan los primeros, opina, “subir los impuestos resta competitividad a los legales”.
Diálogo sobre el plan especial
Apartur también ha puesto énfasis en lo determinante que será para el sector abordar este 2020 la modificación o nueva redacción del plan especial urbanístico de alojamientos turísticos, PEUAT. El plan cuenta con varias sentencias judiciales desfavorables, sobre las que ahora debe pronunciarse el Tribunal Supremo, pero el ayuntamiento ya ha abierto las puertas a introducir cambios, que flexibilicen algunos aspectos.
El presidente de esta patronal ha reclamado, “tras el fracaso del anterior redactado”, que el consistorio “extienda una mano” a los sectores implicados para colaborar en la nueva “elaboración” del documento. A su juicio, deben trabajar juntos porque todos buscan “lo mejor para la ciudad”.