Cooperativistas de Diverscoop, una entidad integrada exclusivamente por personas con diversidad funcional,  se han puesto detrás del mostrador de dos quioscos en desuso de la ciudad de Barcelona. En un primer momento se dedicarán al servicio de venta de prensa, golosinas y productos sostenibles y solidarios elaborados por entidades sociales y personas con alguna discapacidad. Más adelante iniciarán una nueva línea de negocio pensada en luchar contra la soledad no deseada: el reparto de prensa a algunas personas beneficiarias del proyecto municipal Vincles, dirigido a personas mayores.

Los quioscos están situados en el número 4 de la calle de Ramón Albó (Sant Andreu) y en el 91 de la avenida de Paral·lel (Sants-Montjuïc). El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto abrir otros cinco a lo largo del 2020. La cooperativa Diverscoop, constituida el pasado 30 de diciembre, gestionará los siete establecimientos. Los próximos en levantar la persiana estarán situados en el paseo de Colom (Ciutat Vella) y la avenida Meridiana (Sant Andreu). La intención de este proyecto piloto es convertir estos quioscos en “puntos de referencia y dinamización del vecindario”, al tiempo que se fomenta la compra de productos ecológicos y de proximidad, explican fuentes municipales.

La iniciativa ha sido posible después de un año de trabajo liderado por el Institut Municipal de Persones amb Discapacitat (IMPD), que ha formado y asesorado a 11 cooperativistas de Diverscoop. Durante las últimas semanas los responsables de estos puntos de venta “han contactado y negociado con las empresas proveedoras para conocer de primera mano los canales de distribución, han conversado con quiosqueros y realizado prácticas en algunos establecimientos”.