BARCELONEANDO

Cinco siglos de esponsales

'El llibre de sponsalles', custodiado por la catedral y único en el mundo, registra todos los matrimonios de la diócesis de Barcelona desde 1451 hasta 1905

Obedece a una tasa que gravaba las nupcias para pagar la construcción de la seo. En el XVII, los nobles celebraban matrimonio por 12 libras; los pobres, por 'amore Dei'

Dos de los 287 volúmenes de ’El llibre de sposalles’, que recoge los matrimonios celebrados en la diócesis de Barcelona desde 1451. / LAURA GUERRERO

Cinco siglos de matrimonios. Religiosos y oficiados en el Arzobispado de Barcelona. El antiguo, el de antes de ser mutilado por la creación del de Terrassa y el de Sant Feliu. Unos dos millones de nombres (con sus correspondientes apellidos) y  casi 600.000 esponsales recogidos en 287 volúmenes. Desde 1451 hasta 1905, pocas parejas, muy pocas, se casaron en la zona de la diócesis sin que quedara registrado en el archivo capitular de  la catedral de Barcelona. Solo se libraron de la fotografía documental gran parte, aunque no todos, de los matrimonios de militares (de ellos se encargaba la Iglesia castrense), los que tenían dispensa papal por consanguineidad y los secretos, que como secretos que eran evitaban toda publicidad. Todo esto lo recoge 'El llibre de sposalles' de la catedral.  Una serie matrimonial única en el mundo y que, como tal, recibió una importante subvención europea para su digitalización.

Son los legajos más consultados del archivo de la seo. Y lo son, sobre todo aunque no únicamente, por los genealogistas. Profesionales y aficionados (que los hay, y muchos). Reconstruir un árbol familiar no es fácil. Los libros sacramentales de las parroquias –los que recogen bautizos, confirmaciones, matrimonios y defunciones, vamos los que facilitan la búsqueda de los ancestros– se quemaron en su gran mayoría durante la guerra civil. En Barcelona, solo se salvaron de la pira los de Sant Just i Pastor y Santa Maria del Pi (catedral, al margen). El resto, cenizas. Así que reconstruir las ramas familiares, más allá de lo que alcanza la memoria de los parientes de más edad, se antoja titánico. Pero ahí está el 'El llibre de sposalles' para desbrozar el camino a partir de los matrimonios celebrados en la diócesis de Barcelona.

Viudas y doncellas

Basta con conseguir reunir información familiar hasta alrededor de 1900 y tener claro qué se busca. A partir de aquí, si los nombres, la zona de procedencia y el oficio coinciden, uno puede remontarse hasta el siglo XV. Pero, ¡ojo!, bucear en tales legajos requiere dos conocimientos básicos. Para no volverse loco hay que tener en cuenta que las bodas se hacían en la parroquia de la esposa. Es decir, si el antepasado masculino vivía en la diócesis de Barcelona pero se casó con una señora de Tarragona, no saldrá. Y las mujeres que contraían segundas nupcias aparecen con los apellidos del difunto esposo, no con el suyo. Consejos para la inmersión documental aportados por Imma Ferrer, responsable de los papeles en cuestión y del resto del archivo capitular con libros que se remontan a los siglos VII (Les homilies de sant Gregori) y pergaminos con fecha de 857 (una donación de Carlos 'el Calvo' para la reconstrucción de la antigua catedral).

Pero 'El llibre de sposalles' también es objeto de interés por parte de investigadores, ya que da una gran información sobre movimientos migratorios (la gente cambiaba de residencia, y mucho) y oficios (los matrimonios solían ser entre personas de un mismo entorno laboral). Además de datos sobre nombres. A saber que Maria y Eulàlia siempre se han usado en la diócesis. Que Montserrat solía ser un hombre, para ellas existía Montserrada. Y que Alamanda, Antiga y Sibil·la estaban tan de moda antes como  demodé ahora. No en vano los datos que recoge el registro son la fecha del enlace, los nombres de los contrayentes y progenitores, el oficio del hombre, el estado civil (viudo/a si era el caso y si no, doncella para ella), el lugar de la ceremonia y el importe.

Sí, el importe, porque en el dinero reside el nacimiento de 'El llibre de sposalles', que no es más que el registro de una tasa que gravaba la celebración de esponsales en cualquier parroquia de la diócesis con el fin de destinar lo recaudado a la construcción de la catedral. O lo que es lo mismo, un donativo obligado para poder levantar el templo principal del obispado. No se sabe cuándo nació porque los primeros libros se han perdido. Pero sí se conocen las cantidades a pagar. En el siglo XVII, por ejemplo, duques, marqueses, condes y barones se casaban por 12 libras. Y los pobres, por amore Dei (o sea, gratis).