El dispositivo de máxima seguridad vuelve a las fiestas de Gràcia

Habrá patrullas uniformadas mixtas entre agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana de Barcelona

La Brigada Móbil se ubicará en la calle de Gran de Gràcia y habrá puntos estáticos policiales en todas las plazas

Primeras medidas de prevención este lunes en Gràcia.  / ELISENDA PONS

Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona repetirán las dimensiones del último dispositivo de seguridad desplegado para blindar las fiestas de Gràcia del año pasado. Entre el 15 y el 21 de agosto se celebrarán los segundos festejos posteriores al atentado del 17-A, cuando el yihadismo sacudió la capital catalana y obligó a tensionar la prevención policial para proteger aglomeraciones.

Según fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO, habrá más de cien agentes de la Urbana uniformados. Varios de estos se integrarán en patrullas mixtas con los Mossos, es decir, parejas policiales integradas por un agente de cada cuerpo de seguridad que recorrerán las calles más transistadas del vecindario. Asimismo, se destinarán dotaciones policiales en cada plaza de Gràcia que ejercerán de puntos de prevención estáticos.

Tanto la policía municipal como la autonómica dispondrán, además, agentes de paisano entre los asistentes. La vigilancia uniformada tiene por objetivo disuadir a los posibles delincuentes mientras que la de paisano lo que persigue es sorprenderlos in fraganti.

La prioridad de los responsables del dispositivo, desde que España se encuentra bajo el nivel 4 sobre 5 en la escala de prevención antiterrorista –decretado tras los ataques contra la revista satírica Charlie Hebdo en el 2015– y más aún tras el 17-A sufrido en Barcelona, es contar con una respuesta rápida en caso de atentado. De nuevo, agentes de la Brigada Móvil harán guardia desde la calle de Gran de Gràcia. Pero el operativo estará pendiente de evitar delitos sexuales machistas, la venta ambulante ilegal y la acción de los carteristas. 

Sobre los lateros, las previsiones son que, del mismo modo que el año anterior, estos vendedores se mantengan mayoritariamente alejados de Gràcia durante toda la semana. Otro asunto son los hurtadores, que acostumbran aprovechar las multitudes para deslizar su mano en bolsos y mochilas desafiando cualquier presencia policial.

A pesar de que los esfuerzos principalmente se concentrarán en las calles adornadas durante el día y en los conciertos durante la noche, Mossos y Urbana harán algunos controles en el perímetro para evitar, sobre todo, la entrada de armas blancas al barrio.