El PSC recupera su dominio en el área metropolitana de Barcelona

Los socialistas gobernarán en las 10 primeras ciudades del cinturón de Barcelona

Tensión en Sant Cugat, donde ERC puso fin a 32 años de poder convergente

 Núria Marín ha alzado la vara este sábado en L’Hospitalet por tercera vez consecutiva  / Pau Cortina (ACN)

Vuelta a las andadas en el área metropolitana de Barcelona. Las alianzas selladas durante las últimas semanas permiten colorear nuevamente de rojo un cinturón que en cuatro años se puso algo morado, y que en las convocatorias elecciones sucesivas (autonómicas, generales y europeas) ha ido combinando trazos naranjas y amarillos. El PSC retomó ayer su dominio en la conurbación barcelonesa con 19 de las 36 varas de mando en liza y con su presencia en los gobiernos de las 10 principales ciudades de la zona más poblada de Catalunya.

A pesar de este dominio socialista, los ‘comuns’ y ERC se adjudicaron dos triunfos muy importantes: Ada Colau conservó Barcelona y los republicanos pusieron fin a 32 años de hegemonía convergente en Sant Cugat del Vallès mediante uno de esos pactos que podrían considerarse antinaturales. Y es que la nueva alcaldesa, Mireia Ingla, gobernará con el PSC y el CUP. Es decir, dos formaciones secesionistas compartirán gestión municipal con uno de los partidos que apoyó la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Una circunstancia que, sumada al hecho de destronar a JxCat, la lista más votada, de uno de sus bastiones, provocó que el pleno de ayer se enrareciera con gritos cruzados entre partidarios de ERC y de Junts per Catalunya, los dos socios del Ejecutivo catalán.

Dentro y fuera del consistorio se escucharon gritos y se mostraron pancartas de apoyo o reprobación al pacto de izquierdas. Se vieron ‘estelades’ y se leyeron y oyeron consignas contra el «pacto de la vergüenza», al tiempo que otros recordaban que JxCat es la formación «del 3%», en referencia a la financiación irregular de CDC a través de comisiones de obra pública.

'Top ten' rojo

BarcelonaSant Cugat del Vallès y El Prat de Llobregat serán las únicas tres ciudades del 'top ten' metropolitano en las que no habrá un alcalde socialista, pero el PSC también formará parte de esos gobiernos. Sí tendrá la vara de mando en las siete restantes. En algunas por sus mayorías absolutas logradas en las urnas, como en L’Hospitalet de LlobregatSanta Coloma de GramenetCornellàSant Boi y Viladecans.

Y en dos más, que no se desencallaron hasta el último momento, por la reedición de sendos cordones sanitarios al PP: Badalona y Castelldefels. Los populares, vencedores en las urnas en ambas localidades, quedaron de nuevo desplazados por sendas alianzas entre socialistas, independentistas y ‘comuns’.

El rojo continuó enraizado en poblaciones como Esplugues de LlobregatGavàBarberà del VallèsSant Joan DespíSant Adrià del Besòs y Badia del Vallès, en algunos casos gracias a pactos de izquierdas. Pero se extendió, por ejemplo, a Molins de Rei y Cerdanyola, donde los socialistas gobernarán en minoría al haber sido la fuerza más votada y no haberse fraguados alianzas alternativas.

Pactos con la derecha

Aunque la mayoría de pactos del PSC miraron hacia la izquierda, también viraron a la derecha en algunos casos, con Ciutadans apuntalando a los socialistas en Sant Andreu de la Barca y, más significativamente, en el pueblo del que fue alcalde Oriol Junqueras, Sant Vicenç dels Horts.

Trascendiendo un poco el perímetro del área metropolitana, el PSC se llevó la alegría de recuperar la alcaldía de Sabadell, con la ayuda de los ‘comuns’, cuatro años después de perderla enfangado en el lodazal de la corrupción de Manuel Bustos. Marta Farrés es la primera mujer que dirige la cocapital vallesana. Otro acuerdo con los ‘comuns’ permitió al socialista David Bote revalidar la alcaldía de Mataró y ahora ambas formaciones gestionarán la ciudad, después de un mandato que empezó con una sociovergencia que saltó por los aires con el 1-O y el 155.

Del resto del pastel metropolitano, ERC gobernará en TianaMontgat y El Papiol, y se turnará con los ‘comuns’ en Sant Feliu y Corbera de Llobregat. Los morados se quedaron con Montcada i Reixac y Santa Coloma de Cervelló, mientras que JxCat fue prácticamente barrida del cinturón. Solamente tendrá vara de mando en Begues y Sant Climent de Llobregat.