El objetivo era resolver de dónde salía la cocaína con la que estaba traficando un grupo de vendedores ambulantes de latas de cerveza que se movía por el barrio del Raval de Barcelona. Las pesquisas de la Unitat d'Investigació de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Ciutat Vella condujeron a la otra punta de Barcelona, al barrio de Navas.
Este miércoles a las 7.00 horas de la mañana ha arrancado una operación conjunta de los Mossos y de la Guardia Urbana en dos domicilios y un trastero de Navas. La desarticulación de este clan ha incluido también registrar una nave en el barrio del Poble Nou y un cuarto domicilio en el municipio de Vic, situado en la rambla de Davallades. El operativo se ha cerrado con el arresto de seis personas, todas ellas de origen dominicano. Cinco residían en Barcelona y uno en Vic.
En los registros practicados en domicilios de la calle el Clot, Ruiz del Padron y Nou de la Rambla, los agentes han hallado, en suma, aproximadamente 1 kilogramo de cocaína, 3 kg de sustancias que habitualmente se usan para cortarla y ampliar así el margen de beneficio y diversas básculas de precisión y para prensar la droga.
Entre los estupefacientes intervenidos había también algo de marihuana y algunas armas de fuego. También otra cosa que viene apareciendo cada vez con más frecuencia en estos pisos de la droga en los que compran turistas jóvenes que quieren ir de fiesta por Barcelona: potenciadores sexuales. Los traficantes arrestados este miércoles tenían 200 cápsulas de viagra.
Fuentes policiales subrayan que con este golpe no se ha cortocircuitado del todo el abastecimiento de las drogas que los lateros ofrecen en el Raval. Pero sí se ha neutralizado la principal fuente que nutría a uno de los grupos más activos en el barrio.
El grupo de lateros incluido en esta investigación se movía por distintos punto de Ciutat Vella pero su principal radio de influencia era el Raval. Cuenta con algunos pisos en los que almacena la droga y usa a los vendedores ambulantes para atraer a los turistas.
Lateros en guerra
Tal como explicó este diario, la guerra entre lateros que actualmente se libra en Barcelona esconde la disputa de los principales puntos turísticos de la ciudad. Pero no para vender latas de cerveza a los turistas, si no marihuana, cocaína, pastillas de éxtasis o sustancias que potencian las relaciones sexuales. "El dinero no está en las latas de cerveza sino en la droga", lo resume un agente.
Los diversos grupos de vendedores ambulantes que trafican en la ciudad captan a los turistas preguntando directamente si quieren comprar marihuana o cocaína. Si existe interés por su parte, los acompañan a pisos -casi siempre ocupados ilegalemente- donde se lleva a cabo el trapicheo.
No son narcopisos como los que desencadenaron infiernos en multitud de escaleras vecinales del Raval. En estos pisos de la droga se venden sustancias de consumo recreativo, 'carburante' para la noche barcelonesa.
A diferencia de los narcopisos, que vendían heroína a toxicómanos que se la inyectaban dentro del domicilio en condiciones de extrema insalubridad, los que regentan los lateros son simples almacenes de droga. El cliente, casi siempre un turistas que busca cocaína o pastillas, compra y se marcha.