La batalla de Barcelona

Ernest Maragall: "No me gusta decirlo así, pero la cuestión está entre Colau y Maragall"

El candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona cree que la ciudad se ha degradado en los últimos cuatro años

Mantiene que perseguirá un acuerdo de gobierno con Junts per Catalunya y los 'comuns', aunque lo rechazan

Entrevista con Ernest Maragall / ALBERT BERTRAN / VÍDEO: ASLI YARIMOGLU

Si las encuestas que se han ido publicando se parecen a los resultados de las elecciones municipales, Ernest Maragall tiene todas las opciones de convertirse en el próximo alcalde de Barcelona. Hermano de exalcalde y nieto de poeta, el candidato de ERC, que afirma que se sigue sintiendo socialista y considera que Colau no ha hecho bien las cosas.  Aboga por gobernar junto con los ‘comuns’ y Junts per Catalunya, aunque ambos han declinado esa posibilidad. Entró a trabajar por primera vez en el ayuntamiento hace 50 años.

-Usted no llega al ayuntamiento, sino que regresa. ¿Podemos remontarnos un momento al primer día que fue a trabajar allí?

-Entré a trabajar en el Centre Ordinador Municipal después de hacer unos cursos de informática. Entonces sólo los daba una empresa, IBM. Hablamos de 1969. Tenía 26 años. Entré cobrando en negro. En un sobre. Sin seguridad social. Ya estaba casado y estudiaba Economía. Lo primero que hicimos fue montar un sindicato de trabajadores contra el propio ayuntamiento.

"Entré a trabajar en el ayuntamiento en 1969. Cobraba en negro, en un sobre"

-Volviendo al presente, se da el caso de que usted es el encargado de confirmar el sorpasso definitivo de ERC frente al mundo exconvergente. 

-Ha pasado en unas europeas y en unas generales. No soy el primero. 

-Pero en unas elecciones con la entidad de las municipales y las autonómicas, no. ¿No le parece curioso que le toque matar al padre cuando ya es abuelo? ¿Es consciente de que todos hablan de su edad?

-Tenemos candidatos de edad a la presidencia de EEUU. 

-¿Tenemos que poner más en valor la experiencia?

-Espero que la apuesta no sea sólo por la experiencia, que es un valor y un atributo que algunos tenemos inevitablemente. Es obvio que no es un argumento suficiente, tiene que ir asociado a una determinada energía, a un impulso. Deberíamos prestar más atención al proyecto. Las personas representamos a equipos. Nuestro proyecto es colectivo.

-¿Cuáles son sus prioridades?

-Educación y cultura, como herramientas de base para afrontar las transformaciones: cambio de modelo de movilidad, la respuesta a las cuestiones de la vivienda y que la administración funcione. Buen gobierno. Una ciudad segura, limpia, ordenada, un espacio público que el ciudadano sienta como propio. Todo ello pide la escala metropolitana. Si no, no podremos avanzar  en casi ninguna de las urgencias que hay. Como ejemplos de nuestras prioridades, en educación: hay que invertir en los dos extremos del mundo educativo: en la franja 0-3.

-Colau crítica la falta de inversión de la Generalitat en este apartado y de hecho llevó por ello a los tribunales al Govern del que usted viene.

-El Govern ya ha puesto esta cuestión en el primer plano, estamos en la buena dirección. Como ciudad no podemos escudarnos en que no hay financiación de la Generalitat para no sacar adelante una política. En el otro extremo del sistema educativo es hacer bien la conexión formación-trabajo. Por ejemplo, luchar para que el abandono escolar sea cero. Bibliotecas: un número determinado de bibliotecas abrirán todas las noches y todos los fines de semana. De la misma manera que estamos pensando en un alcalde de noche. Tiene que haber más servicios funcionando de noche.

"Estamos pensando en un alcalde de noche. Tiene que haber más servicios funcionando de noche"

-¿La alcaldesa Colau le ha decepcionado? ¿Qué ha hecho bien y mal?

-Lo más fácil es contrastar lo que ofreció de la realidad que tenemos, que es la de una ciudad con un cierto nivel de degradación en casi todos los ámbitos. Estamos peor en la gestión del espacio público, en seguridad, civismo y convivencia. No damos la respuesta adecuada a la cuestión que teóricamente definía a Colau, la vivienda. No hemos invertido en crecimiento urbano y poquísimo en movilidad. Hemos invertido en carriles bici pero no en un diseño urbano adecuado y en los estímulos de transición de modelo del fósil al eléctrico y del individual al colectivo. Y sobre todo no hemos gobernado con esta mentalidad metropolitana que antes mencionaba.

"Con Colau, la ciudad ha sufrido un cierto nivel de degradación en casi todos los ámbitos"

-Las encuestas le dan muchas opciones de ser el próximo alcalde pero este fin de semana se producirá un cara a cara entre dos candidatos y usted no estará, el de Colau y Valls en La Sexta.

-Una cosa confirma la otra. Como existe la expectativa de un alcalde republicano y progresista, un alcalde por primera vez asociado a estos dos conceptos, el establishment español reacciona, y crea escenarios para intentar combatirlo. Lo que resulta algo sorprendente es que Colau acepte este juego. Es una manera de intentar borrar la única pregunta real que hoy se pueden hacer los ciudadanos de Barcelona. La opción entre Colau y nuestro proyecto. Es evidente que Valls no tiene opciones de ser alcalde. Puede tener un número más o menos digno de concejales pero nada más. No es que me guste decirlo así, pero la cuestión ahora está entre Colau y Maragall. Es la opción de elegir entre mucha ideología y poco gobierno real o ambición, transformación, solvencia, implicación colectiva y complicidad con la ciudad.

"El cara a cara Colau-Valls es una reacción del establishment español. Es evidente que Valls no tiene opciones de ser alcalde"

-Todos dan por hecho que ERC y usted prefieren pactar con Colau y que buscan ese pacto.

-Estamos buscando un acuerdo de unidad de acción con los grupos soberanistas. Y a la vez, nuestro carácter progresista nos pide que nos pongamos de acuerdo con los 'comuns'. La capacidad de entendernos con Junts per Catalunya y los ‘comuns’ sería un modelo coherente con otros momentos de punto de inflexión histórico. Es el mismo tipo de gobierno que hubo tras las primeras elecciones democráticas en el Ayuntamiento de Barcelona. Trabajaremos para lograr ese entendimiento, desde una alianza de gobierno explícita o de entendimiento indirecto. Tenemos que huir de la imagen y la realidad de un gobierno en minoría permanente y desesperada. 

-¿Cree que la gente entiende que ERC y Junts per Catalunya se presenten por separado?

-Creo que sí. Diversidad es que un espacio de centroderecha no piensa lo mismo que nosotros sobre vivienda y transporte público. Nuestra obligación es contrastar esos puntos de vista legítimos.

-La conexión del tranvía: ERC ha votado a favor del proyecto.

-Establecimos los parámetros a partir de los cuales será posible tomar una decisión cuando tengamos la información que una decisión así requiere. No se puede tomar frívolamente ni por fiebre electoral, como se planteaba hasta ahora.

-La funeraria municipal. ¿Están a favor?

-Es obvio que es un cierto escándalo que un monopolio privado se pueda permitir determinar un servicio en el que hay un uso y abuso de la circunstancia alrededor de la muerte, algo que todos sufrimos un día u otro. Puede haber un servicio en competencia, pero tiene que estar garantizado un servicio básico de precio asequible.

"Sobre la funeraria, puede haber un servicio en competencia, pero tiene que estar garantizado un servicio básico de precio asequible"

-Seguridad: el gobierno actual culpa de ello a la falta de mossos en la ciudad.

-Es una mala excusa. Hay que mejorar la coordinación entre guardia urbana y mossos.  Faltan agentes de la guardia urbana, y una mejor organización. La otra cara de la moneda de la que nunca se habla es la justicia, que ahora es una fábrica de impunidad. Los delitos menores a los que nos enfrentamos como un fenómeno masivo urbano, tienen una respuesta judicial absolutamente insuficiente que se traduce en meses de impunidad para esta delincuencia. Es un dato que hace a Barcelona perfectamente atractiva para el gran mercado de la delincuencia.

-¿Por qué se vendió toda la vivienda protegida que se hizo en Barcelona?

-Porque durante años defendimos el concepto de vivienda pública asociada a la propiedad y que ha ido pasando al mercado libre. Y ahora hemos decidido como sociedad e institucionalmente cambiar al concepto de alquiler. Estamos iniciando ahora este cambio. 

-¿Qué ha pasado para que haya exconcejales y exdirigentes del PSC en las listas municipales de Barcelona de ERC, de Junts per Catalunya, de Barcelona en Comú y de la lista de Manuel Valls?

-El PSC tomó una orientación que no tenía nada que ver con lo que le permitió ser la gran fuerza central del progresismo y del catalanismo político. A medida que se ha ido haciendo evidente, todos han buscado cobijo en otras posiciones. Yo me sigo sintiendo socialista.

"El PSC tomó una orientación que no tenía nada que ver con lo que le permitió ser la gran fuerza central del catalanismo. Yo me sigo sintiendo socialista"

-Acabemos volviendo un segundo a finales de los años sesenta: ¿es un mito que los hermanos Maragall tuvieron el apoyo y el apadrinamiento del alcalde Porcioles?

-Un mito, no. Es falso, sencillamente. Luchábamos contra el franquismo con las piezas a nuestro alcance. El ayuntamiento y el trabajo en el servicio público era un terreno más. 

"No es un mito que Porcioles nos ayudara a mí y a mi hermano. Es falso, sencillamente"

-¿Haber sido la sombra del alcalde ayuda a ser alcalde?

-Yo no era la sombra del alcalde y todavía no he sido alcalde.