El pleno municipal de Barcelona ha aprobado este viernes la catalogación de la encina bicentenaria que se levanta junto a las dos casas de la calle de Encarnació, en Gràcia, que tanto debate han suscitado desde que en noviembre pasado los vecinos lanzaron un mensaje de alerta cuando la propiedad se disponía a derribar las viviendas y talar varios árboles del jardín. El consistorio había validado la operación, que contaba con las licencias y los permisos preceptivos.
La familia que reside en la finca desde hace 60 años se disponía a construir 28 pisos para destinarlos a sus integrantes y alquilar algunos a terceros. La protesta vecinal llevó al gobierno a buscar una solución. Primero afirmó que descartaba la adquisición y unos meses más tardo reculó y anunció que expropiaría las viviendas y el terreno para erigir equipamientos.
El precio
Al catalogar el árbol, la licencia de obras, que seguía vigente, queda anulada. La oposición ha respaldado la catalogación, con la única excepción del PP, que se ha abstenido. Ahora la duda es cuánto tendrá que pagar el ayuntamiento para expropiar las casas.