Máxima tensión en la Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona celebrada esta tarde. Se votaba la aprobación inicial del Plan Estratégico del Zoo, que finalmente se ha aprobado con los votos a favor del gobierno municipal (BComú), del PDECat, Ciudadanos, ERC, CUP y del concejal no adscrito Joan Josep Puicorbé, y con los votos en contra del PSC y el PP. Este plan, que contará con una inversión global de 65 millones en el periodo 2019-2031, contempla la creación de nuevos espacios en los que se primará la fauna mediterránea y se intentarán reproducir ambientes naturales.
En la cuarta versión del documento, la votada hoy, ha desaparecido el punto que generaba conflicto, que limitaba las especies que serían objeto de programas de reproducción, y se ha añadido un párrafo final en el que se insta a todas las partes a buscar la mejor solución. Tanto el plan como la modificación de la ordenanza se someterán a información pública durante un plazo de 30 días hábiles y la teniente de alcalde, Janet Sanz, confía en que se pueda llegar a un acuerdo. “La iniciativa ciudadana no plantea el cierre del zoo. 65 millones de inversión no es cerrar el zoo. Todos queremos que las especies estén mejor”, ha subrayado la teniente de alcalde.
Miembros del comité de empresa han manifestado su absoluto rechazo a la gestión de la teniente de alcalde y su equipo. El comité de empresa ha recordado que reducir a la mínima expresión la reproducción de especies, como pretendía la tercera versión del documento podría situar al parque fuera de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Si esto tira adelante es la muerte del zoo, y es una muerte a corto plazo. En el momento en el que no se forme parte de los zoos del mundo, el zoo de Barcelona se quedará aislado”, ha manifestado el presidente del comité de empresa, Jesús Cabana, quien considera que las decisiones relativas a la conservación de las especies deberían estar en manos de científicos y expertos y no en iniciativas populares o plataformas.
Otro miembro del comité, Josep Garcia, también miembro del patronato del Zoo, cree que todo ha sido “una gran farsa”. García denuncia que hoy se ha votado “una cuarta versión que ninguno de los patrones del zoo ha podido debatir ni votar” y considera que debería haberse votado la segunda versión porque era la que “tenía el respaldo de todas las partes”.
Iniciativa de los animalistas
En la misma comisión se ha aprobado inicialmente la modificación de la Ordenanza sobre Protección, la Tenencia y la Venta de animales promovida por Zoo XXI, una plataforma animalista que promueve un “cambio de paradigma” en el que el zoo responda a las necesidades de los animales y no al revés, y que potencie su vertiente científica, según palabras de su portavoz, Leo Anselmi, que ha participado en la comisión en calidad de ponente.
La modificación de la ordenanza se ha encontrado con los votos en contra del PSC, Ciudadanos y PP, y la abstención de la CUP. El portavoz de la plataforma ha intervenido tras la votación para recordar que los mismos partidos que han votado en contra de la modificación de la ordenanza también votaron en contra de la abolición de los toros en el 2010. Ese comentario le ha valido abucheos por parte de los más de 150 trabajadores del Zoo que han acudido a la comisión. “¡En el zoo no hay sangre!”, ha espetado alguno de los trabajadores.
Los trabajadores del Zoo han aparecido en la sala del Ayuntamiento donde se celebraba la comisión sobre las seis de la tarde, una hora y media después del inicio, sabedores de que las votaciones relativas al plan estratégico y la ordenanza aparecían en la parte final de la orden del día. Llevaban camisetas blancas donde se podía leer ‘Basta ya de mentiras, queremos soluciones’ y pancartas con lemas como ‘Vota por la naturaleza. Basta de populismo’ y ‘No mates tus orígenes’, entre otros.
Duras palabras del PSC
El PSC ha sido uno de los grupos más duros con la gestión del gobierno municipal. El concejal socialista Daniel Mòdol ha tildado de “manipulación política” la presentación del plan estratégico el mismo día que se presentaba la modificación de la ordenanza. “Los de BComú nos han manipulado. Hay gente que quiere cerrar el zoo, al menos cómo lo conocemos”, ha dicho Mòdol, quien ya anticipó que votaría en contra “por ser una estafa”. “No veo caras de satisfacción (entre los trabajadores del zoo) y es extraño cuando se está hablando de modernizarlo”, ha añadido en tono irónico.
El grupo demócrata ha justificado su voto a favor, si bien ha criticado la forma de conducir el debate por parte del gobierno de BComú. “No es imposible llegar a una acuerdo y garantizar el futuro del Zoo. Votaremos a favor de manera responsable”, ha dicho el concejal posconvergente, Jordi Martí. Por su parte, el concejal del ERC, Jordi Coronas, ha avisado que votaría a favor “aunque el estómago le pidiera votar en contra”. “Aunque estamos de acuerdo, creemos que no se ha gestionado de una manera correcta. Todo el mundo se ha cabreado porque los cambios introducidos no son menores”, ha añadido Coronas.