El Ayuntamiento de Barcelona destinará una partida de 4,4 millones de euros procedentes de la tasa turística (IEET) a mejorar la gestión y compensar los efectos que suponen para la ciudad la masificación de visitantes, como el control de los pisos ilegales y otras actuaciones en diferentes barrios que pongan  en valor espacios culturales y turísticos.

La Comisión de Gobierno del consistorio ha aprobado esta partida, que servirá para visualizar la gestión del alojamiento turístico que se ha llevado a cabo en el 2018, el servicio de agentes cívicos, o la araña web, una aplicación informática que sirve para rastrear datos de alojamientos turísticos en la red y que es uno de los pilares de la acción municipal contra el alojamiento turístico ilegal.

El regidor de Turismo, Comercio y Mercados, Agustí Colom, ha destacado que la partida aprobada a cuenta del impuesto turístico se destina "al control de los pisos ilegales y la gestión del turismo, a través de los visualizadores y agentes cívicos", ha informado el consistorio en un comunicado. También a proyectos que, según Colom, "piden los distritos a través de las mesas de distrito y en el marco de la Estrategia Territorial de Gestión Turística para favorecer la recuperación y puesta en valor de espacios culturales y turísticos" en los mismos.

El Ayuntamiento de Barcelona cerró el 2017 con algo más de 5 millones de euros asignados a proyectos de ciudad procedentes de la recaudación del impuesto turístico.

Más de la mitad se destinaron a proyectos de mejora en los barrios (unos 2,6 millones) y unos 650.000 euros a proyectos relacionados con el patrimonio y la cultura.

El año 2017 fue el primero en que el Ayuntamiento de Barcelona gestionó el 50% de lo que recauda la ciudad en concepto del impuesto turístico, ya que hasta el 2016 el porcentaje que recibía era del 34%.