BARCELONEANDO

Buscando a Dori

Una familia de Les Corts explica los entresijos de la búsqueda penosa de su mascota perdida

Guillem Tristán posa junto a un cartel de Dori en la plaza de Alfons Comín.  / FERRAN NADEU

Dori llegó a su nuevo hogar el pasado 20 de diciembre, la casa de Les Corts donde viven el estudiante de Diseño Gráfico Guillem Tristán, su madre, Eulalia Rodríguez, y el compañero de su madre, Francesc Rodríguez. “Guillem quería un perro”, dice este. “Surgió la oportunidad, fuimos a verla y a Guillem le encantó”. Dori había nacido en Córdoba a principios de septiembre y tenía problemas de nutrición y estómago que obligaron a la familia a redoblar los cuidados que normalmente se tienen con un cachorro; de paso, tendieron lazos más fuertes de los que normalmente se tienen con un cachorro. Durante un mes y medio, Dori no pudo salir de casa. Debió ser una fiesta cuando pudo hacerlo finalmente, los últimos días de enero. Poco a poco: primero al parque del barrio, luego un poco más lejos, luego un poco más lejos. Entonces, el 3 de marzo, alguien tiene un momento de descuido, el animal se libera del collar y escapa corriendo calle arriba, por Casanovas. Dori se ha perdido. Hay que buscar a Dori.

Dori se perdió en la Esquerra de l'Eixample el pasado 3 de marzo

“Diez kilogramos, seis meses, con chip”, rezan los carteles que Guillem, su familia, sus amigos y un grupo de voluntarios han colgado por todas partes por donde el animal ha sido avistado. Naturalmente, la búsqueda empezó el mismo día, cuando los íntimos de Dori recorrieron Casanovas, París, toda la zona del Clínic y la Escola Industrial, buena parte de la Esquerra de l'Eixample preguntando a la gente si no habían visto a una perrita negra, pequeña, con aire de pastor alemán. Al día siguiente regresaron y llenaron la zona de carteles, e hicieron una nueva batida, algunos a pie y otros en coche; pero no había rastro de ella. Nadie la había visto. Al cabo, Facebook resultó providencial: al llamamiento que la familia hizo a través de la red social respondió al cabo de cinco días una chica que decía haberla visto junto al campo del Europa. Se hicieron las comprobaciones necesarias, se mandaron fotos. Albricias. Era Dori.

El cachorro por antonomasia

En aquella época, cuando Dori ni siquiera podía salir de casa, la familia no podía ocultar su preocupación. “Veíamos que no evolucionaba, estábamos inquietos”, dice Francesc Rodríguez. Las visitas al veterinario eran frecuentes. La perrita estaba medicada, “tomaba unas pastillas para la barriga” pero no parecían hacerle efecto. “Hasta que un día empezó a engordar”. Dori se transformó entonces en el cachorro por antonomasia, el que cuando Guillem o Eulalia o Francesc llegaban a la casa se lanzaba encima dando brincos, lamiendo lo que se pusiera por delante. “Es un animalito muy ágil”. ¿Y qué más? “Inteligente”, dice Francesc, y explica que la prueba es que 11 días después se las ha arreglado para sobrevivir. “Tengo la impresión de que está actuando como esos jabalís que bajan de la montaña en busca de comida. Me parece que ha encontrado un refugio donde se siente segura y solo sale de allí para alimentarse”.

Últimamente ha sido vista por la zona de Vall d'Hebron y la plaza de Alfons Comín

Desde aquella vez junto al campo del Europa, el jueves pasado, Dori ha sido avistada una veintena de veces más o menos. Por Lesseps, camino del parque Güell y al lado del Parc Sanitari Pere Virgili. En Vallcarca. En los últimos días parece que se mueve por una zona muy específica cuyos puntos de referencia son la sede del Cosmocaixa, la plaza de Alfons Comín, la estación de metro de Vall d’Hebron y la carretera de la Arrabassada. A estas alturas la búsqueda de Dori es una pequeña gran empresa en la que están comprometidas unas 25 personas entre íntimos, familia, amigos y voluntarios. “Hay dos chicas de Gavà con experiencia en esto que nos ayudan en su tiempo libre, y una asociación, Localizania, que respondieron en cuanto les contactamos”. Cada vez que hay una alarma, los que están disponibles salen disparados hacia el lugar. La situación solo puede describirse como de permanente estrés.

Neófita cuando empezó todo esto, la familia de Dori ha aprendido sobre la marcha que la búsqueda de una mascota perdida se rige según un determinado protocolo. Que hay un método. Ahora saben por ejemplo que el día que la encuentren lo primero que deben hacer es no llamarla por su nombre, porque Dori está asustada, porque los estímulos de siempre no funcionan. Que deben quedarse quietos. Sentarse. Y ofrecerle algo de comer.

"Se pierden perros cada día"

La familia de Dori ha sido consciente durante estas casi dos semanas de búsqueda de la cantidad de mascotas que se pierden cada día en Barcelona y Catalunya. "Es triste pero es así", dice Francesc Rodríguez. Un vistazo a algunas páginas de Facebook especializadas, como <a href="https://es-es.facebook.com/Perros-y-gatos-perdidos-en-Barcelona-148012488603062/" target="_blank">Perros y gatos perdidos en Barcelona</a> o <a href="https://www.facebook.com/search/top/?q=gossos%20perduts%20a%20la%20provincia%20de%20barcelona" target="_blank">Gossos perduts a la provincia de Barcelona</a> les ha dado una idea de la magnitud del fenómeno. Si alguien ve a Dori, por cierto, puede llamar  a Guillem al 686 284 839.