conflicto en TMB

El pleno de BCN pide la cabeza de Mercedes Vidal por la huelga del metro

La oposición se une para censurar la gestión de la concejala de Movilidad

ERC reclama su cese en el consistorio tras aplaudir su negociación en el AMB

La concejala Mercedes Vidal, en un acto en el metro, en marzo de este año. / DANNY CAMINAL

A la concejala de Movilidad, Mercedes Vidal, deben de pitarles los oídos hace mucho. La huelga del metro, de la que se llevan 11 ediciones en otros tantos lunes, la ha puesto en una posición política incómoda, aunque precisamente por eso no parece que el gobierno de Ada Colau vaya a dejarla caer. Por lo pronto, Vidal se está acostumbrando a recibir ataques en silencio, mientras la propia Colau y la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, se encargan de defenderla.

En el pleno de este viernes, ERC ha presentado una solicitud de dimisión de Vidal por el conflicto del metro que ha recibido el apoyo unánime del resto de la oposición. Barcelona en Comú y el PSC han votado en contra, pero con sus votos no han podido impedir que el pleno reclamara la dimisión de la también presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona. Es un desenlace similar al de la reprobación que Vidal sufrió en comisión esta semana, con el mismo reparto de votos. Entonces la concejala no intervino, como tampoco lo ha hecho en el pleno de este viernes.

NEGOCIACIÓN REFORZADA

Los argumentos esgrimidos por unos y otros también se han asemejado a los que se escucharon en comisión. Sanz y el concejal socialista Daniel  Mòdol han defendido la actuación de la responsable de Movilidad y el resto ha abominado de su papel. Jordi Martí, del grupo Demòcrata, ha considerado que Vidal no necesita ser reforzada en la negociación sino "ser apartada" (Colau sumó al equipo que lleva la discusión del convenio del metro al gerente del consistorio, Jordi Martí, y a Eduard Saurina, gerente de servicios metropolitanos del Área Metropolitana de Barcelona).

Alfred Bosch ha recordado que incluso durante los años de la guerra civil el metro funcionó sin conflictos y ha afirmado que el actual se ha convertido ya en “una crisis de ciudad”. Bosch ha pedido a Colau que se ponga al frente de la negociación con el comité de empresa del metro.

CONTRADICCIÓN REPUBLICANA

Perro viejo en el consistorio, Alberto Fernández Díaz ha sacado los colores a Bosch. El presidente del grupo del PP ha empezado advirtiendo de que, aunque el PP votaría a favor de pedir la dimisión de la concejala quería expresar su rechazo a los “insultos” que ha recibido. Y a renglón seguido ha preguntado a Bosch cómo se entiende que ERC pidiera este viernes la dimisión de Vidal cuando su grupo en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) es cofirmante de una iniciativa que se votará el martes y que “constata el esfuerzo negociador y la voluntad de llegar a acuerdos de la presidencia de TMB”. Es decir, de Vidal.

También la concejal de la CUP María José Lecha y el socialista Mòdol han reprendido a los republicanos por defender algo y lo contrario en dos foros distintos. Lecha ha subrayado que ha sido imposible alcanzar un acuerdo con los trabajadores pese a que ha habido 86 reuniones.

ENTRA REGUANT, SALE FORN

Al principio del pleno, la nueva concejala de la CUP en Barcelona, Eulàlia Reguant, ha tomado posesión de la plaza en la que sustituye a Josep Garganté, que ha vuelto de forma completa a su empleo como conductor de autobús. Al final de la sesión, ha acudido a despedirse Joaquim Forn, primer teniente de alcalde del consistorio en el anterior mandato, con Trias como alcalde, y ahora ‘conseller’ de Interior. Forn será reemplazado por Irma Rognoni.

El nuevo ‘conseller’, que hasta ahora era el único miembro del PDeCat que se había postulado para ser el candidato a la alcaldía en el 2019, se ha despedido con un agradecimiento general, aunque de forma especial a Trias y sus compañeros de grupo. Trias le ha devuelto el elogio: “Sin él, no hubiera sido alcalde”. Los grupos ha elogiado por turnos el carácter dialogante de Forn, que ha sido concejal durante 18 años. 

Recargo por contaminación

El pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la introducción de un recargo de dos euros por hora en las plazas de aparcamiento del área azul y la verde con los que se incrementará la tarifa habitual en los días en los que haya episodios de contaminación atmosférica. Se trata de situaciones que se dan en Barcelona entre dos y cuatro días al año. La medida no afectará a las plazas destinadas a residentes y tampoco a los vehículos ECO y cero emisiones. El recargo se ha aprobado con los votos favorables de BComú y PSC, los socios del gobierno municipal, el de ERC,el de la CUP y el del concejal no adscrito, Gerard Ardanuy. El grupo Demòcrata se ha abstenido y Ciutadans y el PP han votado en contra.El ayuntamiento calcula que la medida tendrá un impacto de 160.000 eurosen la recaudación municipal por aparcamiento en el área azul y la verde.