El grupo de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona se convirtió desde el inicio del actual mandato en una especie de voz de la conciencia de Barcelona en Comú. Los anticapitalistas han reprochado a la alcaldes, Ada Colau, lo que consideran una moderación excesiva: este no es, le han dicho a menudo, el gobierno del cambio.

Este jueves, el grupo ha hecho balance de los dos primeros años de Colau al frente de la ciudad, un periodo que han definido como "el mandato de las oportunidades perdidas y las ilusiones frustradas", en palabras de la concejala María José Lecha, que ha añadido: "Estamos ante una oportunidad de cambio perdida", informa ACN.

Mirando al futuro, Lecha ha instado a Barcelona en Comú a rectificar: "Si está dipsuesta a avanzar en la transformación radical de la ciudad, nos encontrarán a su lado, pero si optan por el continuismo, por el titular fácil y por el pacto del PSC, como hasta ahora, nos encontrarán de cara, como hasta ahora".

"DE ESPALDAS AL PUEBLO"

La también concejala Maria Rovira ha acusado al gobierno municipal de "gobernar de espaldas a las demandas del pueblo" y el ya exedil Josep Garganté, que durante dos años se ha convertido en el azote de Barcelona en Comú, entre otros grupos, ha abundado en la denuncia que el cambio que anunció Colau no se ha producido: "Todo sigue pareciéndose demasiado al pasado".