Top Manta, la marca de los manteros

El nuevo registro busca acabar con las falsificaciones y ayudar al pequeño comercio

Los comerciantes denuncian que no soluciona la venta ilegal en la vía pública

Aziz Faye muestra unas zapatillas de marca Top Manta, la nueva firma comercial de los vendedores ambulantes de Barcelona. / ELISENDA PONS

Parte de la mercancía que lo manteros venden en las calles de Barcelona dejará muy pronto de llevar el logotipo de Nike o Adidas para llevar el de Top Manta. Se trata de la primera marca comercial propia del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes que busca, entre otras cosas, acabar progresivamente con las falsificaciones. Por el momento se estampará el logo Top Manta solo en zapatillas y camisetas compradas a mayoristas.

"Esta es una marca social, de colaboración, antirracista, que tiene una identidad colectiva", explica un portavoz del sindicato. El diseño del logo de Top Manta se compone de tres elementos: una ola ("el 99% de los manteros llegan cruzando el Mediterráneo"), un cayuco ("el transporte que utilizan") y una manta ("el elemento identitario de su trabajo"). "Los tres elementos hablan de dolor", añade este portavoz, quien además destaca que el sindicaton pretende, con esta nueva marca, "poner de moda el producto de los pobres".

El mismo explica que la idea es trabajar también con la industria independiente y que, por tanto, no descartan estampar el logo Top Manta en otros productos fabricados por pequeños comerciantes. Asegura que en las próximas semanas el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes dispondrá de un local para poder vender su nueva firma comercial.

PROYECTO

"Con esta nueva marca queremos eliminar el conflicto y también colaborar con pequeños comercios", explica por su parte Aziz Faye, senegalés de 33 años y vendedor ambulante. Faye muestra las nuevas camisetas y zapatillas Top Manta, que el sindicato calcula costarán 10 y 15 euros respectivamente. Aun así, todavía no hay ningún precio fijado.

Uno de los objetivos de este nuevo proyecto es, según revela, que los propios manteros se conviertan en proveedores de los productos Top Manta, ya que el colectivo aglutina a personas de muy diversas profesiones. 

Aunque la marca Top Manta podría representar una solución a las falsificaciones y, con ellas, a la violación de la propiedad intelectual, no así a la venta ilegal en las calles. "Esto es un primer paso --justifica Faye--. También pedimos al ayuntamiento un lugar en el que desarrollar nuestra actividad dignamente". 

RECHAZO

Pese a todo, esta medida del colectivo no convence ni a comerciantes ni a vecinos. "Recibimos esta noticia con escepticismo. Si realmente esto sirviese para salir de la ilegalidad, nos parecería bien. Pero tenemos la sensación de que solo es una maniobra para despistar", opina Salva Vendrell, presidente de la Fundació Barcelona Comerç.

Vendrell valora positivamente "cualquier iniciativa" que ayude a solucionar este "problema social" que representa la venta ambulante, a cuyos vendedores "no hay que estigmatizar". Pero recuerda que, pese a esta nueva marca, los manteros seguirán "ocupando" la vía pública "ilegalmente" sin "pagar impuestos".

En la misma línea se manifiesta Manel Martínez, vicepresidente de la Associació de Veïns de la Barceloneta. "Encuentro inconcebible que una actividad ilegal tenga su propia marca", se queja. Martínez opta por afrontar la situación de otra manera. "Si queremos ayudar a las personas inmigrantes, hagamos un plan de acogida, que no estamos cumpliendo con nada, pero dejemos de una vez de hacer el paripé", dice.

Recuerda, además, que el verano pasado se contabilizaron unas 800 personas vendiendo ilegalmente solo en el paseo de Joan de Borbó. "Hay mafias aprovechándose de estos chicos explotados", denuncia, e insiste en que la venta ilegal perjudica a la actividad que cotiza y al comercio. 

Nuevas formas de esquivar a la policía

La industria de la falsificación ha encontrado, en los últimos años, nuevas maneras de regatear a la policía. Un ejemplo es el ensamblaje, tal y como informó hace un año EL PERIÓDICO. ¿Cómo funciona? Los vendedores ambulantes compran, en polígonos de Badalona y del Maresme, grandes cantidades de zapatillas deportivas fabricadas en China, pero sin marca alguna en el exterior. Son ellos mismos quienes después en sus casas, de manera artesanal, les pegan los logos de Nike o Adidas. Las tiendas que venden a los manteros estas zapatillas sin marca (llamadas copias en blanco) evitan así que la policía les intervenga el material. Nike, por ejemplo, tiene patentado su logo, pero no los nuevos diseños. Las grandes marcas de bolsos sí patentan los modelos, pero lo que hacen los fabricantes de falsificaciones es hacer una copia blanca muy similar que no es idéntica. De esta manera, el artículo no es ilegal. Despues los manteros colocan las chapas de las marcas. Este nuevo sistema dificulta mucho el trabajo a la policía, porque tener copias en blanco de un producto no es ilegal si el modelo no ha sido patentado o si la copia es solo parecida y no idéntica. Ocurre lo mismo con los logos y distintivos de las marcas. No es delito tenerlos si no están puestos sobre una base, es decir, si no están colocados sobre un producto.