cambios en el sector turístico

Airbnb copó 1,3 millones de huéspedes y creció un 40% en Barcelona en el 2016

La plataforma dice que su impacto económico en la ciudad ya es de 1.027 millones anuales

El gigante de las reservas en pisos turísticos se niega a eliminar de su web los pisos sin licencia

Un usuario navega por la página de Airbnb en una tablet.  / AFP / JOHN MACDOUGALL

Airbnb se le ama o se le odia. En el primer grupo están los 16.100 anfitriones que solo a través de este portal ingresaron una media de 5.500 euros el año pasado (según su balance) en Barcelona, incluyendo los que ceden alguna habitación de su casa y los profesionales que ofertan pisos enteros todo el año, y que sumaron la friolera de 1,3 millones huéspedes alojados, un 40% más que hace un año, según los datos presentados por el portal hoy martes. En el otro bando, los barceloneses que sufren a viajeros incívicos o que creen que ese fructífero negocio deja a la ciudad sin alquileres convencionales y expulsa a los vecinos.

Para defender su causa, que le enfrenta al ayuntamiento porque oferta unas 4.000 viviendas sin licencia, la plataforma ha lanzado un arsenal de datos tabulados para enfatizar su versión de que el 67% de sus anfitriones son ciudadanos individuales que comparten la casa en la que viven (cuando se van de vacaciones o alquilando habitaciones). Un despliegue de cifras que constata la mina de oro en que se ha convertido la comercialización digital de las camas por días en la capital catalana: Sumaban a final de año casi 20.000 anuncios y tuvieron un impacto económico de 1.027 millones (nueve veces más que en el 2013 y el 65% más que hace un año). Un fenómeno global, no obstante, que hace que la cifra de barceloneses que hayan hecho reservas con el portal a la hora de viajar fuera también se haya septuplicado en tres años hasta sumar 364.000 usuarios.

Un día después de que el ayuntamiento acordase con algunas de las principales plataformas de reservas de alojamientos trabajar para reducir la actividad de pisos ilegales, entre otros fines, y de que el propio consistorio descartase pactar con Airbnb porque se resiste a descabalgar la oferta sin licencia, la plataforma ha contratacado. Insisten en que su principal misión es el home sharing (compartir hogares como fórmula de economía colaborativa para que cualquiera se beneficie también del turismo) y que cuando el Govern regule esta figura (en otoño) serán los primeros en acatar la normativa. Mientras tanto, se niegan a eliminar de su web los pisos sin licencia porque, argumentan, eso dejaría fuera tanto a las empresas tramposas como a los particulares que solo arriendan habitaciones o ceden su propio hogar eventualmente.

¿PROFESIONALES O NO?

Los datos que Airbnb ofrece aluden a una supuesta mayoría de personas que tienen un solo anuncio (aunque no hay manera de comprobar si una empresa coloca a distintas personas tras cada inmueble), a que la media de reservas anuales es de 70 noches por anfitrión (a las que estos deben sumar otros operadores) y la mayoría son considerados anfitriones no profesionales (no dedican un piso entero todo el año a la actividad) porque alquilan menos de 120 noches anuales su casa. No obstante, es muy posible que esa cifra sea más baja de la real porque los alquilan con otras plataformas, no  porque el resto del año duerman en ellas.

Los responsables de Airbnb creen que el  ayuntamiento está "más cómodo con el conflicto que con alcanzar un acuerdo"

El director general de Airbnb Marketing Services España, Arnaldo Muñoz, defiende que Airbnb “apoya a la clase media” y mejora las economías locales. Según su balance, en el 2016 ese alojamiento dejó 167 millones para los anfitriones y unos 860 en gastos en el comercio y servicios locales, en teoría un 39% en el barrio donde duermen.

Para rebatir que los pisos turísticos sean responsables del aumento de precios de los alquileres en la ciudad, recurren a los datos del INE y destacan los supuestos 8.643 pisos vacíos de Ciutat Vella (89.000 en Barcelona), que representan un 16% de la oferta de la zona frente a los teóricos e inciden en el alza los precios igual que “el precio del dinero, la volatilidad de otros productos financieros y el atractivo de la ciudad para los inversores”. Y aunque afirman que buscan llegar a un acuerdo en un marco legal, como en otras ciudades, creen que “el ayuntamiento está más cómodo con el conflicto ” en lo referente a su plataforma.

NEGOCIO POR ZONAS

Ciutat Vella es el distrito con menos oferta legal (600 pisos turísticos cuya licencia caduca en el 2019 si no están agrupados) y con más oferta ilegal. Lo certifica que el distrito concentre 4.721 anuncios (más de la mitad de pisos enteros). Le siguen el Eixample on 6.242 y Sants con 2.277. En el otro extremo, Nou Barris tiene solo 219.

En número de anfitriones (pueden tener varios anuncios), Ciutat Vella suma 1.519 anfitriones de pisos completos en alquiler, de los que 56 tienen más de seis inmuebles declarados (en el Eixample hay 106 de estos) frente una mayoría que declara tener solo uno (1.210).

Ese distrito también es el más rentable, donde un anfitrión obtiene una media de 7.188 euros anuales a través de una propiedad solo en este portal, frente a los 2.449 que se logran en los pocos pisos por días de Nou Barris. El Eixample es segundo en rentabilidad, pero primero en volumen de oferta disponible en el caso de los pisos completos.

Los datos