DESARROLLO DEL PLAN DE BARRIOS EN CIUTAT VELLA

Colau condiciona las ayudas a la rehabilitación de la vivienda a que no se expulse a los vecinos

El ayuntamiento creará una ayuda extraordinaria para reformar edificios en mal estado que incluirá "cláusulas antigentrificación"

El plan de barrios servirá también para convertir Can 60 en vivienda pública y equipamientos, y trasladar la biblioteca Andreu Nin al viejo Borsí

Patio interior de Can 60; al fondo, los edificios de viviendas del recinto fabril.  / JORDI COTRINA

El plan de barrios en el Raval Sur y el Gòtic Sur se ha marcado un objetivo ambicioso: la defensa del "derecho a vivir en el barrio en condiciones dignas y asequibles". Para trabajar en esa dirección, el ayuntamiento creará una ayuda extraordinaria para impulsar la rehabilitación del envejecido parque de vivienda del distrito. Unas ayudas que Colau supeditará a la aceptación de unas "cláusulas antigentrificación" para evitar que lo que busca dignificar la vida de los vecinos acabe expulsándoles. En otras palabras, en este caso las de la concejala del distrito, Gala Pin, para no acabar dando alas a los especuladores con fondos públicos.

Pin ha anunciado este jueves que su prioridad es actuar en las fincas de alta vulnerabilidad con dinero público, pero evitando la plusvalía generada por las mejoras. La concejala, que no ha querido desvelar qué tipo de cláusulas se aplicarán para no "alertar a los que especulan" de la estrategia que prepara el consistorio, sí ha adelantado que estas medidas se aplicarán como prueba piloto en Ciutat Vella, "con el objetivo de que puedan extenderse al resto de la ciudad". 

Además de la transformación del parque de vivienda, el plan de barrios prevé convertir la casa-fábrica de Can 60, en el Raval, recientemente adquirida por el municipio, en vivienda pública y en equipamientos vecinales, aún por definir. 

En el Gòtic, una de las principales actuaciones será transformar el hoy por hoy abandonado Borsí, también adquirido en este mandato por Colau en el marco del convenio con la Generalitat para asegurar la llegada del metro a los barrios de la Marina. Se convertirá en un equipamiento de proximidad, trasladando al lugar la biblioteca Andreu Nin, y un espacio de gestión vecinal, "de la mano de la plataforma El Borsí per al barri", ha subrayado la concejala, quien ha puesto esta actuación como ejemplo de su creación de políticas "de abajo a arriba". 

RESCATE CIUDADANO

Otro de los grandes retos que plantea esta actuación en el distrito, por aquello de “devolvérselo para los vecinos”, es intentar transformar el olvidado Moll de la Fusta en una zona de ocio vecinal. "Convertir el lugar en un punto de encuentro", ha apuntado Pin, sin entrar aún en demasiados detalles sobre la actuación.

Entre el resto de medidas del plan de barrios en la zona, la edila ha señalado también el “rediseño de espacios” como la rambla del Raval, la plaza Vázquez Montalbán y Salvador Seguí, y los jardines de Voltes d'en Cirés para “favorecer la celebración de actos vecinales”.

Además, se impulsarán programas para potenciar a los vecinos que realizan tareas comunitarias enfocadas a mejorar la convivencia; se reforzará la relación entre familias y centros educativos; se apoyará los procesos de Salud Comunitaria del Raval y del Gòtic, y se apostará por potenciar la economía de proximidad, con una "mirada especial en la economía cooperativa, social y solidaria", entre otros. 

El consistorio calcula una inversión en el conjunto de actuaciones previstas en la zona de casi 23 millones.

'Coproducción' de políticas públicas

Este mismo jueves se celebrará en el campus Diagonal-Besòs de la UPC la 'Jornada del Pla de Barris' dirigida a representantes de las asociaciones ciudadanas, técnicos y profesionales que trabajan en el ámbito de la regeneración urbana, y que tiene como objetivo la presentación y debate de estos criterios, que van desde la promoción económica, la mejora de la oferta educativa, la perspectiva de género y la promoción de la vivienda asequible, hasta la mejora de la calidad ambiental.