OPERACIÓN DE LA GUARDIA URBANA Y VIGILANCIA ADUANERA

Desmantelada la mayor red de falsificaciones 'made in Catalonia'

La policía decomisa 132.000 artículos por valor de cinco millones de euros y detiene a 15 personas

El jefe del entramado es un transportista jubilado del puerto que creó el negocio ilícito desde cero en Òrrius

Imágenes de la operación de la Guardia Urbana contra el top manta, el pasado mes de noviembre. / periodico

Los productos falsificados se suelen identificar con Asia. Esas inmensas fábricas en las que los trabajadores, normalmente mujeres, cosen y tejen de sol a sol en una hilera interminable de máquinas. A nadie se le pasaría por la cabeza vincular este negocio ilegal con Òrrius, un pueblecito de apenas 700 habitantes. Uno de los habitantes de este municipio, el más pequeño del Maresme, ha resultado ser el cabecilla de la mayor red de producción de artículos copiados jamás desarticulada en Catalunya. El 24 de noviembre ya se realizaron 15 registros vinculados a este caso, pero faltaba dar con la cabeza de la serpiente. Falsificaciones 'made in Catalonia'. 

La operación empezó en marzo de este año. De hecho, existían dos líneas de investigación: una iniciada por la Guardia Urbana, que perseguía el origen de lo que vendían los manteros por las calles de Barcelona y el entorno metropolitano, y otra liderada por Vigilancia Aduanera, que sospechaba de la actividad de uno de sus empleados, un transportista que generó recelo y dudas al venirse arriba en sus quehaceres. Ambas pesquisas coincidieron y confluyeron, implicando también a las policías locales de L'Hospitalet, Badalona y Mataró.

NIVEL DE CALIDAD INSÓLITO

A resultas de estas indagaciones, 15 personas han resultado detenidas y 18 han sido investigadas, se han incautado 132.000 artículos falsos de todo tipo (ropa, perfumes, zapatos, bolsos...), por un valor de cinco millones de euros, y se han descubierto dos naves industriales en las que se fabricaba con un nivel de calidad y sofisticación insólitos. Los arrestados están en libertad con cargos

GUARDIA URBANA

Una de la máquinas usadas por la red para falsificar productos. 

Juan Rodríguez, jefe de la unidad de investigación de la Urbana, ha explicado este lunes en rueda de prensa que la actividad ilícita de esta empresa en la sombra empezó hace unos dos años. La cúpula era catalana, los distribuidores eran marroquís y los vendedores, senegaleses. Estos últimos nunca fueron el foco de la investigación. "Ellos solo quieren ganarse la vida", ha destacado el agente. El producto mostrado a los medios, sin embargo, invita a pensar que muchos artículos también acababan en tiendas. No es habitual ver en las mantas chaquetas de invierno, camisas de vestir, zapatos de marca pudiente o perfumes. Rodríguez ha asegurado que se ha investigado al propietario de una tienda de Badalona, pero no hay constancia de la implicación de más comercios.

Francisco Javier Martín, jefe de Vigilancia Aduanera en Barcelona, ha confirmado que el responsable de la trama era trabajador de una empresa de transportes del puerto, y que ahora está jubilado. "Nos pareció sospechoso algún viaje que hizo a Mataró y fue entonces cuando coincidimos con la investigación de la Guardia Urbana. Se trata de un hombre que de la nada creó toda esta red". 

COPIAS CASI PERFECTAS

Las 32 máquinas industriales incautadas en Mataró y L'Hospitalet permitían producir un género, según la investigación, de una "alta calidad". Unas copias casi perfectas. "Podían falsificar cualquier cosa", ha aportado el responsable de la policía local de Barcelona. Lo novedoso del caso, al margen del grueso del material encontrado, es que la red producía la mayoría del material aquí en Catalunya. También les llegaban prendas vía paquetería -"muy difícil de controlar", según Martín-, pero eran las menos.

GUARDIA URBANA

Chaquetas de invierno falsificadas, listas para su distribución. 

Las naves en las que se fabricaba tenían una parte de negocio legal de impresión, según ha detallado Rodríguez. Funcionaban como una empresa auténtica, bajo demanda, con una perfecta cadena de producción y distribución. Las copias incluían el más mínimo detalle: etiquetas, botones y bolsas y cajas de embalaje con el logotipo. De ahí que aumente la sospecha de que mucho material terminaba en estanterías y no por los suelos. 

Amadeu Recasens, comisionado de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, ha alabado la "cooperación leal" entre cuerpos de seguridad y ha celebrado que la operación, que ha durado diez meses, haya logrado cortar de raíz todo el entramado. Si afectará o no al 'top manta' de la capital catalana ya se verá, pero 132.000 productos menos en las aceras y paseos, en opinión de Rodríguez, "de algún modo sí debería notarse".

Nueva estrategia para falsificar

El responsable de Vigilancia Aduanera, Francisco Javier Martín, ha señalado que el puerto lleva entre cuatro y cinco años sin detectar contenedores con productos falsificados. La táctica de los malhechores, conocido el mayor control policial, es ahora distinta: traer a Europa producto neutro, blanco, sin marca, y estamparlo o ponerle la chapa, en el caso de los bolsos, aquí. Es el denominado ensamblaje. Por ejemplo: un polo negro, inmaculado, toca tierra en Barcelona y pasa los controles sin problema. Del agua pasa a una tienda del Besòs, en Badalona, y de ahí a un taller ilegal en el que se le estampan de manera rudimentaria el cocodrilo o el caballito, la etiqueta correspondiente, y a correr. El hallazgo de la red con sede en Òrrius, sin embargo, ha sido "un salto cualitativo importante porque hasta ahora no se había encontrado gente que produjera a este nivel". La producción se centraba en Mataró y L'Hospitalet y la distribución estaba establecida en Barcelona y Badalona. El jefe de la organización disponía de una red de reparto formada por personas con una amplia experiencia en la distribución de productos falsificados, lo que facilitaba su constante y sistemático reparto sin la necesidad de disponer de un gran estoc de productos. La lista de materiales decomisados la completan 300 disquetes con el 'software' capaz de hacer logotipos de todo tipo y 12 planchas para falsificar los sellos.