Las empresas del sector funerario claman contra el Ayuntamiento de Barcelona

Mémora y Àltima niegan que el precio medio de un entierro sea de 6.500 euros y lo rebajan a 3.500

Advierten de que un tanatorio público puede provocar competencia desleal, piratería y despidos

TANATORIO / DANNY CAMINAL

Los dos operadores funerarios que trabajan en Barcelona, Mémora y Áltima, viven en la indignación desde que este viernes el ayuntamiento ha anunciado que tiene intención de abrir unos servicios municipales, que incluirán por lo menos un tanatorio municipal, y que permitirán la entrada en el mercado a empresas que no gestionen un tanatorio o un velatorio (la diferencia entre ambos es que un tanatorio debe prestar servicio de tanatopraxia, tratamiento del finado).

Juan José Domingo, CEO de Mémora, que gestiona los antiguos tanatorios municipales (Sancho de Ávila, Les Corts, Collserola y Sant Gervasi, y 150 en total entre España y Portugal, no comprende que el ayuntamiento use datos de un estudio de la OCU del 2003 “completamente superado”: “Los precios de Barcelona no están en esta línea. Es mentira. Es sorprendente que no hayan hablado con el sector”. Mémora

El comité de Serveis Funeraris exige la recolocación de los posibles despedidos a causa de la medida 

El comité de empresa de Serveis Funeraris de Barcelona está que trina. Su vicepresidente, Jordi Fernández, denuncia que el ayuntamiento ha ocultado sus planes hasta el último momento y da  por hecho que la irrupción de un operador público acabará provocando despidos en las empresas que ya ejercen. Fernández recuerda que además de los dos operadores mayoritarios hay otro privado, Interfunerarias, que utiliza el velatorio del crematorio de Montjuïc, por lo que la del consistorio sería la cuarta. El comité de empresa no sabe todavía qué cuota de mercado perdería el sector privado, pero tiene claro que esa pérdida se traducirá en una reducción de las plantillas. Por eso, exige que la nueva sociedad municipal asuma al personal que sea despedido. 

posee el 85% de Serveis Funeraris, antigua empresa pública que se ha ido privatizando paulatinamente.

CONCURSO

El 15% restante es del ayuntamiento, que ha anunciado que lo venderá por unos 30 millones de euros para emprender su iniciativa empresarial pública. Domingo precisa que la cifra acordada es de 27 millones. Se hará un concurso, y si otro comprador se interesa, Mémora tendrá derecho de tanteo. Si no hay más interesados, la operación se cerrará por la cantidad indicada.

Domingo subraya que por ese 15%, el consistorio está en el consejo de administración de la empresa, por lo que tiene acceso a los datos reales de tarifas: “Un 70% de la gente no paga nada porque tiene seguro. De un 4% de las familias asumimos el gasto por su situación económica precaria: es un servicio subvencionado o casi gratuito. Del 25% restante, hay gente que paga 1.500 euros y gente que paga 8.000, en función de lo que piden: si hay músicos, más o menos flores, esquelas. Hablamos de unos 3.400 o 3.600 euros de media”. De hecho, esa es la media que el ayuntamiento ha citado para toda España.

COMPETENCIA DESLEAL

Àltima, que gestiona el tanatorio de la Ronda de Dalt, y 29 en total en Catalunya, ha emitido un contundente comunicado en el que advierte de que la decisión del consistorio supondrá competencia desleal por parte de un tanatorio público. Además, niega que sea veraz la posibilidad de rebajar el precio en un 30%: “La previsión es totalmente infundada y responde a una mera especulación, ya que está demostrado que la entrada de más operadores no supone una bajada de los precios, como pasa en otras ciudades de España”. Àltima cifra el precio medio en Barcelona en 3.441 euros.

Domingo también alude a otras ciudades, como Valencia o Madrid, para advertir de lo que puede pasar en Barcelona, la irrupción de empresas “pirata”: “El riesgo es que algunas empresas que no han tenido que hacer inversiones, como sí se ha pedido a los operadores actuales, paguen comisiones a celadores de hospital para conocer las defunciones y como dispondrán de los velatorios reventarán la calidad del servicio”. Descarta que haya más competencia: “si el ayuntamiento anuncia un tanatorio público, no entrará ningún otro operador”.

DESPIDOS

Las dos empresas recuerdan que Cementiris de Barcelona, con el monopolio de la cremación e inhumación, gana 2,5 millones de euros al año, e instan a que rebaje su coste para beneficiar al consumidor. También alertan sobre riesgos laborales. Lo advierte Domingo: “En Barcelona se muere la gente que se muere. Es muy estable. Y la ocupación de los tanatorios es del 50%. Si entran piratas, los operadores existentes reestructurarán sus plantillas”.