ÉXITO DE UNA INICIATIVA DE ARTE URBANO NACIDA EN LA CAPITAL CATALANA

Barcelona exporta al mundo el modelo de gestión de grafitis legales

La plataforma Wallspot toma el relevo de Murs Lliures y permitirá a los creadores reservar paredes por todo el mundo

El proyecto contará con una amplia red de gestores culturales y ya negocia con una treintena de ciudades internacionales

Uno de los grafitis de Murs Lliures, en el pasaje de la Marina, en Sant Martí.  / DANNY CAMINAL

El grafiti ha ido siempre vinculado a la clandestinidad. Por eso, cuando en el 2012 nació el proyecto de Murs Lliures, la posibilidad de pintar de manera legal en paredes de propiedad municipal de Barcelona, sin el yugo de la autoridad en el cogote, muchos puristas de la cosa se llevaron las manos y el espray a la cabeza. Cuatro años después, Rebobinart, la empresa que gestiona los espacios de arte urbano en la ciudad, cuenta con una cartera de más de 2.300 creadores. Ahora, comprobadas las virtudes del invento, como el hecho de que la ciudad gaste menos en limpiar muros, la iniciativa emprende la aventura a nivel mundial. Desde Barcelona, Murs Lliures se convierte en Wallspot.

Marc Garcia es el cerebro de esta idea inédita. Todos le conocen en el mundo del grafiti. Muchos, por ser la persona que les ha permitido pintar sin preocuparse por la policía. Otros, por considerarle responsable de cargarse la esencia del dibujo callejero. En estos cuatro años se han realizado una media de 12 intervenciones diarias en los 13 muros activos en la ciudad. De todos los artistas registrados, el 40% son extranjeros. Quizás de ahí surgió la reflexión: ¿Por qué no hacer lo mismo a nivel internacional?

UNA NUEVA MARCA

Wallspot beberá de la plataforma de Murs Lliures, que desaparece como marca para integrarse en la nueva nave nodriza. De esta manera, un grafitero de Asia podrá reservar día y hora en un muro en Barcelona, y viceversa, generando una nueva corriente de turismo de arte callejero. La aplicación web para Android e iOS estará disponible en dos o tres semanas, pero la web ya está operativa. De momento, en tres idiomas. Por ahora, ya se han integrado en la plataforma ciudades como Gotemburgo, Mölndal y Landvetter (Suecia); Zúrich (Suiza);  Las Pinas City (Filipinas), pero Rebobinart mantiene conversaciones con una treintena de urbes de todo el mundo.

Las claves de la noticia

  • Para los gestores culturales  Contacto directo con artistas locales e internacionales, gestión automática de permisos y mantenimiento casi nulo. 
  • Para los artistas  Espacio libre de creación y de promoción de su obra, solicitud ilimitada de permisos y perfil propio con toda la obra vinculado a sus redes sociales. 
  • Para los fotógrafos  Canal de visualización y promoción de su obra, encuentro y conexión con fotógrafos de todo el mundo, galería virtual con perfil propio y contacto con los autores de la obras que fotografían.  
  • Para las ciudades  Regular legalmente y fomentar el arte urbano, empoderar a agentes culturales locales, decorar espacios en desuso y conectar con ciudades de todo el mundo.

París, Marsella, Londres, Dublin, Lisboa, Melbourne, Túnez, Bucarest, Bogotá, Montevideo, Lima o Edimburgo se encuentran en esa extensa lista en la que todavía no hay ninguna ciudad de Estados Unidos, la cuna del grafiti. "Allí -detalla Marc Garcia- funcionan mucho con el comisariado, con lo que es más difícil introducir nuestro proyecto. Lo intentaremos cuando tengamos toda la red prevista terminada". Aquí, al margen de Barcelona, también trabajan con muros de L'Hospitalet, Barberà y Sant Adrià.

DINAMIZADORES

La captación es tan simple como complicada. Reboninart no puede desplazarse por todo el planeta en busca de muros, con el consiguiente contacto con los ayuntamientos para que cedan espacios públicos. La idea es que en cada lugar haya un intermediario, un dinamizador que conozca el mundo del grafiti, que monte festivales, que sea sensible ante el arte urbano. Y que sea él quien abra conversaciones con la administración para que se avenga a colaborar. Una vez obtenido el 'sí' del consistorio, ese mismo colaborador se encargaría de gestionar su zona a través de la plataforma. 

DANNY CAMINAL

Un hombre pasea, el pasado viernes, junto a uno de los muros grafiteados de la calle de Veneçuela. 

Una vez operativo, Wallspot se convertirá, detalla el director de Rebobinart, en "una comunidad profesional internacional donde se dará a conocer el trabajo de artistasfotógrafos y gestores culturales", tejiendo "una gran red que permita realizar un seguimiento exahustivo del arte urbano de todo el mundo". Los grafiteros, como ya sucede ahora con Murs Lliures, dispondrán de su propio perfil en la aplicación, similar al que ya pueden tener en redes sociales como Instagram.

La nueva plataforma, sin embargo, permitirá que también los fotógrafos que inmortalizan los de muros tengan su propio espacio, lo que permitirá, además de poder exhibir su obra, ponerles en contacto con los autores de la obra que capten con su cámara. 

Wallspot también incluirá la posibilidad de realizar pequeñas donaciones a cualquier artista. Un verkami simbólico para echar una mano a los grafiteros que, desde la legalidad, tienen la sana pretensión de vivir del dibujo. 

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