CONFLICTO MUNICIPAL

Colau evita el veto político de la exposición de estatuas franquistas en el Born

CiU pide sin éxito que se retire la muestra que prevé la colocación en la calle de la Victoria de Marès y la ecuestre de Viladomat

ERC y los convergentes la rechazan por irrespetuosa; Ciutadans y el PP, por 'guerracivilista', y la CUP, por el emplazamiento

La estatua ecuestre de Franco hecha por Josep Viladomat, en un depósito municipal. / FERRAN NADEU

Si el objetivo de una exposición es que se hable de ella, la muestra 'Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano’, que se verá en octubre en el Born Born, ya lo ha logrado. Después de que el asunto se convirtiera en un pequeño culebrón municipal de verano, este martes ha llegado a la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona.

La exposición prevé la instalación en la calle, frente al Born, de la estatua de la Victoria, elaborada por Frederic Marès en homenaje a la victoria franquista en la guerra civil, y de la estatua ecuestre del dictador que hizo Josep Viladomat, que tras ser recluida en un almacén un día apareció decapitada, sin que se conozcan los detalles de cómo y a cargo de quién tuvo lugar la mutilación.

En la comisión, CiU pedía al gobierno municipal que retirara la exposición, y ha contado con el apoyo de ERC en ese empeño. Barcelona en Comú y el PSC han votado en contra, y las abstenciones de Ciutadans, el PP y la CUP han dado pie a un empate a 15 concejales que el voto de calidad del gobierno ha inclinado hacia el rechazo a la iniciativa. Antes de que eso pasara, ha habido un debate en el cada cuál ha mostrado sus filias y sus fobias.

POSICIONES PARA TODOS

ERC pidió la comparecencia del comisionado de MemoriaRicard Vinyes, y CiU, la retirada de la exposición. Al final Vinyes ha acudido, pero

Figueres censuró una obra por sus adhesivos franquistas

El Ayuntamiento de Figueres censuró hace un año una obra del Festival Ingràvid, un montaje denominado Ideologies Oscil·latòries, de los artistas Núria Güell y Levi Orta, en el que un coche con adhesivos franquistas iba a recorrer el centro de la ciudad. Los autores lamentaron que un proyecto "que es crítico con la censura" la recibiera a su vez. Según ellos, lo que se perseguía era "agitar la reflexión sobre lo que representó y lo que representa el franquismo". El consistorio negó haber censurado la obra, y atribuyó la decisión de vetarla al "sentido común". La CUP y Compromís d’Esquerres pidieron que la decisión fuera reconsiderada.

 quien ha comparecido es el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello.

En síntesis, los grupos de CiU y de ERC rechazan la exposición por considerar que no procede colocar estatuas franquistas en la calle, aunque el grupo convergente es especialmente sensible a que se elija el Born como sede. Ciutadans y el PP consideran que la exposición fomenta la división de la sociedad e ignora la reconciliación que hubo durante la transición a la democracia. La CUP cree que lo que no es idóneo es programarla en el Born.

El debate ha registrado sus momentos más agrios cuando Pisarello y el concejal convergente Jaume Ciurana han intercambiado mandobles. Ciurana ha atribuido la exposición a la “arrogancia intelectual” del gobierno municipal y Pisarello, visiblemente encendido (algo que le suele pasar con algunos concejales de CiU), le ha reprochado que el consistorio no hiciera ninguna exposición contra el franquismo durante el mandato de Xavier Trias como alcalde y del propio Ciurana como concejal de Cultura: “¿Qué hizo usted?”.

Pisarello ha lamentado que la exposición se juzgue solo por algunos de sus elementos y ha recordado que también contará con una muestra sobre la tortura en los años 60 y 70: “Es una exposición que no se ha hecho ni en Catalunya ni en España”.

“Las heridas están abiertas”, ha advertido Ciurana, que ha recordado los asesinatos en la Arrabassada durante la guerra civil, de los que fueron víctimas personas vinculadas con la derecha y la Iglesia.

BIBLIOTECA

Para clarificar posiciones, la ciudadana Marilén Barceló ha afirmado que lo que debería haber en el Born es una biblioteca, por la biblioteca provincial prevista en el lugar cuando se encontraron los restos históricos y se decidió mantenerlos en exposición, en tanto que la popular Àngels Esteller ha criticado que se convirtiera el emplazamiento en “la zona cero del independentismo”. ERC ha optado por hurgar en la contradicción, y Alfred Bosch ha leído un antiguo texto de Vinyes, sin decir que era del comisionado de Memoria, en el que este apostaba por eliminar los símbolos de la dictadura. Vinyes le ha acusado de “tergiversar” el argumento al no leer la intervención en su conjunto.

La concejala de la CUP Maria Rovira ha criticado que se asocie siempre el Born con aspectos identitarios, y ha recordado que muchos de los perseguidos y derrotados durante la guerra de Sucesión y en la represión posterior eran “progresistas y republicanos”. Por respeto a la historia, ha dicho, Rovira ha abogado por trasladar las estatuas al final de la Rambla, junto al monumento a Colón. De esta forma, ha dicho, se aproximarían dos aspectos que ha encuadrado en la misma categoría: la dictadura y la colonización.