HORTA-GUINARDÓ

Escalada en Font d'en Fargues

Los vecinos piden un ascensor para salvar los 164 peldaños de la Davallada de Gallecs

Parte de la escalera de la Davallada de Gallecs, la semana pasada. / ÁLVARO MONGE

Los vecinos del barrio de Font d'en Fargues reclaman desde hace casi una década la instalación de un ascensor inclinado para salvar los 164 pronunciados peldaños de la Davallada de Gallecs. Su dificultad incrementa especialmente en verano debido a la ausencia de sombra. Este tramo de escaleras, construido en 1985, une las calles de Gallecs y de Alt Pedrell.

Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que esta reivindicación aparece por fin recogida en el Pla d'Actuació del Districte (PDA), algo que confirma el vecindario. "Nos han dicho que después del verano presentarán algún proyecto y que se podría llevar a cabo a lo largo del presente mandato municipal", desvela Montse Casellas, miembro de la Associació de Veïns i Veïnes de Font d'en Fargues.

Según Casellas, unas escaleras mecánicas no solucionarían las dificultades de quienes circulan con el cochecito de un niño, en silla de ruedas o con el carro de la compra. La asociación vecinal también rechaza un ascensor vertical, propuesta que presentó el anterior gobierno municipal. Insisten en que lo que les hace falta es un ascensor inclinado.

La Davallada de Gallecs es un camino transitado a diario por los vecinos de Font d'en Fargues y en sus alrededores más cercanos se encuentran equipamientos como la Biblioteca El Carmel-Juan Marsé o la Escola Àngels Garriga. "A todo esto se suma el que la población del barrio se está envejeciendo -añade Casellas-. Muchas personas se tienen que parar a mitad del camino para reponer fuerzas porque se cansan".

FILTRACIONES DE AGUA

Pero los problemas en este tramo de escaleras no acaban aquí. Benjamí Piñol, además de miembro de la asociación de vecinos, es uno de los inquilinos del número 32 de la calle de Gallecs, edificio colindante con la Davallada de Gallecs y uno de los más afectados por las filtraciones de agua derivadas de la mala construcción de este polémico pasaje. Piñol, junto a otros vecinos, ha sufrido inundaciones en el foso del ascensor y en el aparcamiento, fuentes de agua en el jardín y el hundimiento del suelo de sus desagües y jardineras.

Por si fuera poco, denuncian los vecinos, ha habido personas con problemas de asma que se vieron obligadas a cambiar de habitación dentro de su propia casa debido a la humedad procedente de la Davallada.

"El proyecto que el Distrito nos presentará este mes incluirá también la rehabilitación del subsuelo del pasaje", cuenta Piñol. Hace unos ocho años que los vecinos de estos inmuebles comenzaron a reivindicar "en serio", con informes en mano, la situación en la que se encuentran. "Estos años lo más difícil fue demostrar que todos estos problemas derivan de los defectos constructivos de la Davallada de Gallecs y no de las propias viviendas, como inicialmente se nos decía", subraya este vecino.

Un solar abandonado, foco de quejas

El solar abandonado (propiedad privada) que está situado entre las escaleras de la Davallada de Gallecs y la escuela Àngels Garriga es otro punto polémico. El AMPA del centro lleva años pidiendo al Ayuntamiento que lo compre y construya en él equipamientos para el colegio. "De este solar caen piedras a la calle de Gallecs, donde está la escuela", asegura José María Puertas, miembro del AMPA. "Además, está lleno de basura y la vegetación crece descontroladamente", añade. Para él es "muy buena noticia" la probable instalación del ascensor, pero pide que se dé solución también a este solar abandonado, que tiene un expediente abierto a través de la Síndic de Greuges.