Las vetustas placas del Instituto Nacional de la Vivienda presididas por el yugo y las flechas no son ya solo cosa de museos (no, no es ninguna referencia a la polémica del verano respecto al Born; estas placas formaban parte de una exposición sobre el pasado de la ciudad en la sede del MUHBA de la vieja fábrica Olivia Artés). La Asamblea de Parados de Nou Barris ha detectado que 232 placas aún presiden 232 fachadas de bloques de pisos construidos durante la dictadura en el distrito. Así lo revela el inventario que han elaborado por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, que ha decidido erradicarlas.
El catálogo, realizado durante este mes de julio, localiza y clasifica estas muestras de simbología franquista, la mayoría instaladas en fachadas de viviendas privadas. Un comunicado hecho público este sábado por el consistorio destaca que este inventario forma parte del proceso abierto para retirar toda la simbología franquista aún presente en las calles del distrito.
"INFRACCIÓN MORAL"
El gobierno local considera que "las referencias franquistas en el espacio público son contrarias a la democracia, la libertad y la solidaridad, y representan una infracción moral respecto a la memoria de las víctimas del fascismo y de aquellas personas que no padecieron la represión de la dictadura del Estado entre 1936 y 1975".
Para realizar el estudio un equipo de seis personas de la citada asamblea han visitado 732 direcciones donde inicialmente el ayuntamiento tenía constancia de la existencia de placas, y han verificado que algunas ya habían sido retiradas.
Tras este proceso, el ayuntamiento enviará cartas este otoño a las comunidades de propietarios de los edificios informando de la voluntad de retirar estas placas, lo que correrá a cargo del consistorio. En caso de no recibir respuesta, el ayuntamiento entenderá que la comunidad es favorable a la retirada de las placas, que se llevará a cabo una vez finalizado el plazo establecido y de acuerdo con la ley de la memoria histórica.
El gobierno municipal que lidera Ada Colau tiene previsto hacer extensiva esta iniciativa a otros distritos de la ciudad donde tienen identificados un mayor número de estas placas, como son Sant Andreu y Sarrià-Sant Gervasi.
ANTECEDENTES
Esta experiencia no es nueva. En el año 2005, el Instituto de Paisaje Urbano ya encargó un inventario detallado de los símbolos franquistas que seguían en pie en Barcelona. El catálogo se actualizó en el 2008 con la aprobación de la ley de memoria histórica pero, en cualquier caso, el ayuntamiento comprobó que quedaba poca cosa del régimen en la capital catalana. Además de jubilar estatuas y conjuntos escultóricos, el consistorio retiró las placas situadas en los edificios privados que así lo solicitaron, un total de 336 inmuebles.