El Ayuntamiento de Barcelona y el bufete de abogados Molins&Silva han emitido un comunicado conjunto tratando de quitar hierro al conflicto suscitado por las llamadas del teniente de alcalde Jaume Asens a una abogada de la Guardia Urbana, a quien requirió que no pidiese prisión preventiva para un mantero que había agredido a un agente.
El gobierno municipal ha citado en la mañana de este martes a los responsables del bufete, que recientemente renovó por un año su contrato municipal para la defensa penal de la Guardia Urbana, y tras el encuentro ambas partes han convenido que la conversación entre Asens y la abogada “se considera normal en el funcionamiento entre el bufete contratado y el ayuntamiento, en procesos de especial sensibilidad como este”.
La nota concluye que las llamadas de Asens a la abogada “no afectaron a la libre independencia de la letrada”. Una conclusión ciertamente obvia, pues la abogada se mantuvo en su posición y pidió la prisión del mantero contra los repetidos requerimientos del teniente de alcalde.