Cambio de rumbo en las políticas municipales dirigidas al colectivo más excluido, el que duerme en la calle. Un viraje demandado por los que, después de los afectados, mejor conocen la problemática: las entidades sociales.  En el último informe sobre la situación del sinhogarismo en Barcelona, realizado por la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar, XAPSLL, las oenegés pidieron al Ayuntamiento de Barcelona que contara con los sintecho a la hora de elaborar propuestas, y les planteaba que repensaran  los circuitos de atención en función de las demandas reales. Eso fue en noviembre; a finales de abril, por fin, políticos, técnicos y pobres se sentaron en la misma mesa.

Volverán a hacerlo una vez cada mes y medio. De ahí saldrá, según explicó la concejala de Derechos Sociales, Laia Ortiz, un plan para concretar las necesidades del colectivo, mejorar la atención y "combatir el estigma que sufren".  La previsión es que esta medida esté terminada este mismo año.

Minutos antes de la primera toma de contacto, como portavoz del colectivo sin techo, Antoni Cortiñas se mostraba esperanzado con la posibilidad de poder hablar directamente con la Administración pública "sin intermediarios": "Podemos aportar los conocimientos por la experiencia vivida y proponer alternativas".  De hecho, este de tú a tú es habitual en las entidades que ayudan al colectivo a la hora de planificar sus programas. Assís, por ejemplo, ofrece desde hace tiempo en sus instalaciones un espacio de reflexión  en el que personas que ya han dejado las calles o siguen en estas explican los temas que más les preocupan.  Por eso, el director de esta entidad, Jesús Ruiz, ve una "oportunidad" para el colectivo estas jornadas de trabajo . 

APOYO DE ENTIDADES

También Ferran Busquets, su homólogo en Arrels Fundació. Esta entidad, precisamente, cuenta entre su equipo directivo con dos personas que han vivido en la calle. Una de ellas, el dibujante Miquel Fuster, participa también en la mesa municipal. "Está claro que es muy importante que participen. Otra cosa será si se materializan las propuestas. Si lo hacen, el impacto será importante", apunta Busquets.

Desde Arrels  piden tiempo para valorar la bondad o no de esta propuesta, aunque sobre la filosofía, contar con la voz de los afectados, no ven discusión. En esta oenegé también tienen previsto poner en marcha sesiones con los usuarios para mejorar y afinar mejor la atención y el apoyo que les brindan.

Ahora se trata, coinciden los implicados, en que no se quede todo en una declaración de buenas intenciones y se vean resultados. Y a ser posible a corto plazo, porque, dice Ruiz, "Lo urgente es que ninguna persona duerma en la calle".