NEGOCIACIÓN DE LAS CUENTAS MUNICIPALES

La CUP torpedea el presupuesto de Colau

La formación antisistema dice ahora 'no' a las cuentas porque no las ve suficientemente "rupturistas"

Los concejales anticapitalistas rechazan reunirse este sábado con el gobierno y le emplazan a negociar la semana que viene

El concejal Josep Garganté, el pasado día 8, tras la denuncia del médico. / RICARD CUGAT

Las claves de la noticia

  • Cubrir la Ronda de Dalt.  La modificación de crédito del presupuesto del 2016 reserva una partida de 15 millones de euros a la cobertura de algunos tramos de la Ronda de Dalt. En el proceso participativo para definir el plan de acción municipal, esta fue la propuesta más votada por la ciudadanía. La propuesta ya recibió el voto favorable del ayuntamiento el pasado mes de septiembre, pero sin el acuerdo que el lunes se debatirá en el pleno, el proyecto no podrá desarrollarse.
  • Pere IV y Meridiana.  A nivel urbanístico, dos son los proyectos que más llaman la atención: las reformas de Meridiana y Pere IV, con un coste de 17 y 11 millones, respectivamente. El proceso participativo de la Meridiana empezó en noviembre, pero el dinero debe salir de la modificación de crédito. Los primeros trabajos, ese el deseo del gobierno, podrían empezar en el 2018. En cuanto a Pere IV, el objetivo es que se convierta en un polo de atracción de actividad económica social y cooperativa, dando prioridad a aquellas empresas vinculadas al distrito.
  • Metro a la Zona Franca.  Una de las condiciones de ERC para dar el ‘sí’ a las cuentas es que el consistorio destine 15 millones de euros al metro de la Zona Franca. El ayuntamiento tiene previsto aportar a la obra 44 millones en los próximos tres años (la Generalitat deberá invertir una cifra idéntica), lo que permitiría abrir dos estaciones, Foneria y Foc Cisell. Esquerra también ha arañado 3,4 millones para acelerar las obras del Mercat de Sant Antoni con el objetivo de que se terminen antes del otoño de 2017.

Los partidos asamblearios son impredecibles. Es lo bueno y lo malo de la participación llevada al extremo. La CUP, que hasta la fecha había expresado su apoyo a la modificación del presupuesto de Barcelona para el 2016 impulsada por el gobierno de Barcelona en Comú ha anunciado este viernes que votará en contra porque así lo han decidido su bases. La decisión ha generado "perplejidad" y "cierta tristeza" en las filas de Ada Colau, que tienen hasta el lunes, cuando se celebra un pleno extraordinario sobre las cuentas municipales, para recuperar a la CUP. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, emplazó a los ediles anticapitalistas a reunirse este sábado por la mañana, pero la CUP aplazó el encuentro hasta la semana que viene. "Estamos convencidos de que trabajando con tiempo y no a toda prisa podremos llegar a acuerdos", respondieron a través de Twitter. La única opción viable ahora mismo es que el gobierno seduzca a Ciutadans.

Los tres concejales antisistema han comparecido ante la prensa a primera hora de este viernes para anunciar que la mesa política de la formación ha decidido no apoyar a la alcaldesa, que sí cuenta con el favor del PSC y ERC, porque la modificación de crédito no es lo bastante "rupturista" con los presupuestos vigentes. Los ediles han emplazado al gobierno municipal a que presente una nueva propuesta, y han dejado bastante claro que el margen de acuerdo durante el fin de semana se sitúa entre mínimo y nulo. También han lamentado que el gobierno no se haya reunido antes con la CUP, "como sí ha hecho con otros partidos". 

PURA ESTRATEGIA

El primer teniente de alcalde y responsable de Economía, Gerardo Pisarello, ha comparecido poco después para compartir la "perplejidad y sorpresa" del gobierno ante una decisión que les genera "cierta tristeza" y que achacan a una "estrategia política que no obedece al contenido de los presupuestos". "Todavía no nos creemos -ha compartido- que voten con CiU y PP contra unos presupuestos que suponen un cambio muy importante respecto a las cuentas aprobadas por Xavier Trias". En el hilo argumental del desconcierto, también ha sostenido que Barcelona en Comú "comparte prácticamente la totalidad de las propuestas que la CUP ha puesto sobre la mesa", aunque ha admitido diferencias en el calendario de aplicación: ellos quieren ir deprisa y el gobierno pide más tiempo.

La negativa antisistema a las cuentas de Colau se produce en pleno 'caso Garganté'. La alcaldesa evitó condenar políticamente al concejal anticapitalista y conductor de TMB, acusado de haber presionado a un médico para que modificara el informe de la atención prestada a un mantero. Pero dio su apoyo a la Guardia Urbana, que era una manera de desmarcarse de su actitud. Pisarello ha negado que este asunto haya tenido algo que ver en la decisión de la CUP sobre las cuentas, y ha lanzado un órdago a la formación asamblearia al recordarle que ahora "deberá rendir cuentas ante la ciudadanía y sus propios votantes porque hay muchas cosas en juego, como la llegada del metro a la Zona Franca o la multiplicación de la inversión en los barrios más desfavorecidos". Todos los proyectos contemplados en la modificación de crédito podrían salir adelante de manera independiente, pasando por el pleno, pero este proceso ralentizaría mucho su ejecución. 

"ABIERTOS AL DIÁLOGO"

La modificación de crédito, que viene debatiéndose desde enero, permitiría a la ciudad añadir 275 millones a la cantidad prevista en inversiones para el 2016. Se aprobará solo si consigue más votos favorables que en contra. Ahora mismo dispone de los 11 de Barcelona en Comú, los cinco de ERC y los cuatro del PSC. En total, 20 de un total de 41 concejales. Le bastaría un voto a favor o dos abstenciones para sacar los números adelante. La única opción que le queda al gobierno de Colau es acercarse a Ciutadans, que en la comisión de Economía de hace escasos días aplazó su voto al pleno del lunes. Se descarta por completo el plácet del PP o de CiU.

Sobre el nuevo tablero de negociaciones, el primer teniente de alcalde, preguntado precisamente por Ciutadans, ha asegurado que el gobierno "no cierra la puerta a nadie y está abierto al diálogo hasta el último momento". "Escucharemos a todo el que quiera decir algo hasta el pleno del lunes". Por el momento, sin embargo, no hay reunión prevista con ningún grupo de la oposición. Al gobierno le será complicado seducir al partido de Albert Rivera. Dependerá de lo fina que tengan la piel y de la memoria de los concejales liderados por Carina Mejías, ya que durante la campaña electoral, Colau declaró que su partido es de perfil "racista" y responde a los designios del íbex.