Homenaje al pasado y al futuro deseado

Barcelona reivindica la Segunda República y los valores republicanos al rebautizar la plaza de Llucmajor

Colau y su equipo de gobierno han puesto en evidencia su rechazo a la monarquía desde que llegaron al consistorio

El monumento a la República, en la plaza de la República, antes de Llucmajor. / ELISENDA PONS

“No es una anécdota, ni un capricho, ni un acto de revanchismo. Pretende reivindicar el pasado democrático de Barcelona”. Con estas palabras defendió hace mes y medio el primer teniente de alcalde del ayuntamiento, Gerardo Pisarello, la decisión de que la plaza de Llucmajor, en el distrito de Nou Barris, pasase a denominarse plaza de la República.

El cambio de nombre se celebrará este domingo, 17 de abril, en el marco de la commemoración, a partir de este jueves, 14 de abril, del 85º aniversario de la proclamación de la Segunda República, tras las elecciones municipales de 1931. La modificación definitiva llegará en unas semanas, cuando se elabore el expediente de aprobación y lo firme la alcaldesa, Ada Colau. La redenominación es otra muestra de la querencia por los valores republicanos por parte de Colau y su equipo de gobierno. Un talante que Colau mostró tras hacerse con la vara de mando municipal: el pasado 23 de julio hizo retirar de la sala del pleno municipal el busto de Juan Carlos l. También la sala cambiará de nombre para dejar atrás el de la Reina Regent, que recibió en honor de la madre

La estatuta se queda en la plaza

La nueva plaza conservará la estatua de la República, figura esculpida por Josep Viladomat en honor de la Primera República española, inaugurada por el entonces presidente de la Generalitat, Lluís Companys, en abril de 1936, y retirada por la dictadura franquista en su primer año en el poder, en 1939. De su emplazamiento original, el cruce entre Diagonal y paseo de Gràcia, pasó a un almacén. Con Pasqual Maragall como alcalde, fue recuperada en 1990 y colocada en la plaza de Llucmajor. La presión vecinal ha acabado con la intención del consistorio de devolver la estatuta a su emplazamiento inicial, que por poco provoca un motín. El consistorio dice haber desestimado también la posibilidad de encargar una réplica para ubicarla en su emplazamiento original.

de Alfonso XIII, María Cristina de Habsburgo.

También fue Pisarello el encargado de justificar la retirada del busto, con argumentos que ha empleado después de forma reiterada: “La monarquía es una institución constitucional, pero que comporta cierta anomalía democrática”.

BUSTO RETIRADO

La imagen de un empleado municipal retirando el busto resume la actitud del gobierno municipal para con los Borbones, que pese a que ha sido contestada por algunos partidos, no ha generado un rechazo notable, probablemente porque la familia no pasa por sus mejores momentos. Ni la monárquica en general ni la de los borbones en particular. La escena trajo otra, la del presidente del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, tan dado a los gestos, colocando una foto de Felipe VI en el espacio que antes ocupaba el busto de su padre.

El ayuntamiento ya anunció hace meses que tiene intención de reducir la presencia “iconográfica” de los borbones tanto en la sede municipal como en la ciudad en su conjunto, pero el proceso es más complejo que retirar un busto.

15 CALLES EN EL PUNTO DE MIRA

El ayuntamiento estudia el cambio de una quincena de calles cuya denominación protagonizan integrantes de la dinastía Borbón. Entre ellas, la plaza y avenida de María Cristina, el pasaje Isabel, el paseo de Isabel II y el de Joan de Borbó, la plaza de Joan Carles I, la calle de Alfonso XII, la avenida Príncep d'Astúries, la calle de la Reina Cristina, la calle de la Reina Victòria y el muelle Príncipe de España.

Tras el cambio de denominación de la plaza de Llucmajor, la localidad mallorquina dará nombre a los cercanos jardines que hasta ahora llevaban el de la Segunda República. En cambio la plaza se llamará de la República, a secas, por el argumento ya citado de Pisarello: es un homenaje a los valores republicanos en general, no a un único caso.

EL ALCALDE PI SUNYER

El ayuntamiento ha organizado varios actos para celebrar el cambio de nombre. El primero tendrá lugar este jueves, en la propia sede municipal: una conferencia organizada por el comisionado de Programas de Memoria sobre la figura de Carles Pi Sunyer, el alcalde que el consistorio define como el más emblemático del periodo republicano, si bien solo ocupó el cargo de febrero a octubre de 1934 -hasta que los ‘Fets d’octubre’ le llevaron a la cárcel dos años con el president Companys y otros dirigentes políticos catalanes- y de febrero de 1936 a julio de 1937 . La conferencia, ‘Carles Pi Sunyer: memoria y elogio de Barcelona y el 14 de abril’, correrá a cargo de Francesc Vilanova Vila-Abadal.

El viernes a las 21.00 horas habrá el acto poético y musical que el ayuntamiento ha organizado junto con la Taula Unitària de Nou Barris per la República. La protagonizará la Banda Republicana de Barcelona del Taller de Músics, en el patio de la sede del distrito de Nou Barris. El sábado, habrá otro acto en el lugar donde estaba originalmente la estatua de la República, en Diagonal con paseo de Gràcia. El domingo habrá una fiesta ciudadana en los alrededores de la nueva plaza de la República: un pasacalles que, saliendo de la plaza de Virrei Amat, llegará hasta allí. Habrá ofrenda florar, teatro y música.