PROYECTO "NO PRIORITARIO"

Colau recorta a la mitad la subvención a la F-1 pero la mantiene un año más

Barcelona aportará dos millones de euros al circuito de Montmeló para garantizar su viabilidad

Pisarello se reúne con los alcaldes de la zona y les revela que su retirada será "progresiva"

Imagen de archivo del Gran Premio de F1 en Montmeló. / AP / ANDRES KUDACKI

La pugna entre el cumplimiento de las promesas electorales y la realidad ha librado una nueva batalla en el gobierno de Ada Colau. Esta vez ha ganado la segunda: Barcelona en Comú (BC) ha optado por hacer progresiva, espaciada en el tiempo, su retirada del apoyo a una instalación que denostaba. Se trata de la F-1 y de las ayudas que impulsó Xavier Trias en el mandato anterior.

Colau y los suyos habían insistido ya en campaña en que la subvención al circuito de Barcelona- Catalunya, en Montmeló (Vallès Oriental), no era “prioritaria”. Hasta ahora estaba vigente un convenio que representaba un desembolso de cuatro millones de euros anuales para las arcas municipales. Pero, según ha explicado a EL PERIÓDICO el primer teniente de alcalde de EconomíaGerardo Pisarello, en el 2016 se abonarán 'únicamente' dos millones.

PRIMERO PAGAR LOS DEL 2015

“No queríamos provocar un perjuicio a la viabilidad del proyecto y que entrara en quiebra por la retirada completa de la subvención”, ha razonado el número dos de Colau, que en octubre se reunió con los alcaldes de la comarca para prevenirlos de la decisión. Según su versión, los ediles de MontmelóGranollers Parets del Vallès (Antoni GuilJosep Mayoral y Sergi Mingote, respectivamente, todos ellos del PSC) encajaron el recorte de fondos y le anunciaron que su intención es introducir iniciativas más vinculadas a la sostenibilidad energética.

La comisión de gobierno del lunes aprobó el nuevo convenio con el circuito automovilístico correspondiente al periodo 2015-2016. Además de pagar los cuatro millones correspondientes al año que ahora acaba (que aún no se habían desembolsado), se añaden dos más para el 2016. Cara al 2017-2018, que es cuando se negociaría el siguiente, el gobierno de Colau ya decidirá qué hace.

EL MAL PRECEDENTE DE LOS JUEGOS DE INVIERNO

El primer teniente de alcalde ha comentado que, en tanto que capital de Catalunya, no han querido desentenderse de lo que ocurría más allá de los límites de la ciudad, algo que ocurrió con los juegos de invierno de Barcelona-Pirineus, donde optaron por aparcar el proyecto sin conocer exactamente los detalles. Después, tras la queja de las comarcas de montaña, tuvieron que recular y crear una comisión de estudio sobre la viabilidad de la iniciativa.

Las ayudas a la F-1 comenzaron en el 2013. Coincidió con el momento en el que la crisis había castigado más la recaudación de las instalaciones de motor del Vallès. Además del ayuntamiento barcelonés, la Generalitat también contribuía a su supervivencia, así como la Diputación de Barcelona. El teniente de alcalde ha opinado que la recuperación económica que se anuncia podría servir para recuperar visitantes y por lo tanto ingresos de taquilla. “Una iniciativa privada como la F-1 debería recuperar progresivamente la autosuficiencia”, ha considerado.

7,64% DEL TOTAL

El convenio recoge como en ediciones anteriores la colaboración entre el circuito y el Ayuntamiento de Barcelona en la promoción del mundo del motor; la proyección internacional de la capital catalana y la promoción económica generada por las instalaciones de Montmeló. El importe total de la subvención, los seis millones de euros correspondientes al 2015 y el 2016, equivale al 7,64% del coste total de la actividad del circuito, estimada en 78,45 millones.

Becas comedor o proyección internacional 

Nada más acceder a la alcaldía, Colau puso el ejemplo de la F-1 como un dispendio innecesario. Lo confrontó a las 4.500 becas comedor que, según ella, se dejaron de dar en el último año de Xavier Trias como alcalde y que según sus cálculos representaban unos 4,5 millones de euros. Fue entonces cuando el 'conseller' de Empresa i Ocupació, Felip Puig, avisó de que las ayudas de las Administraciones eran una inversión a la larga para todo el país. Que de los cuatro millones anuales de Barcelona se generaba un impacto de 200 solo para la ciudad y otros 350 para toda Catalunya. Puig insistió en que no solo era una cuestión de puestos de trabajo directos e indirectos sino que suponía un paso muy importante en la proyección internacional como potencia del motor. Trias siempre había defendido la subvención en estos términos, además de apelar a la "responsabilidad" de la capital.