La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha instado el Ayuntamiento de Barcelona a compensar a los barrios más afectados por el turismo y a prevenir los efectos negativos que este pueda tener sobre la ciudadanía.
La recomendación es el resultado de un informe elaborado por el personal de la Sindicatura durante los últimos meses y que cerró el pasado 12 de junio, explica en una nota de prensa difundida este lunes.
La defensora apuesta por instaurar fórmulas tributarias específicas proporcionadas a la rentabilidad de las actividades turísticas que repercutan directamente en el ayuntamiento, como el IBI o la tasa de recogida de residuos.
La Síndica considera que uno de los instrumentos para poder introducir mejoras en los barrios que soportan más presión turística es disponer de más ingresos y, en este sentido, ha recomendado al ayuntamiento llegar a un acuerdo con la Generalitat con el fin de incrementar o disponer de la totalidad del importe recaudado a partir del IEET, el impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos, y que este se pueda invertir en mejoras en los barrios más afectados por el turismo masivo, como la Barceloneta, la Sagrada Família o el Gòtic. Vilà es de la opinión que las necesidades pueden ser diferentes en cada barrio y, por lo tanto, será necesario tener muy presente la opinión del vecindario sobre qué hay que hacer.
Asimismo, Vilà considera que la intervención en los pisos turísticos ha sido "poco ágil y eficaz". "Se ha actuado de forma reactiva, a partir de protestas, como por ejemplo las de la Barceloneta, y no se ha conseguido hacer una ordenación real como lo demuestra el importante número de inmuebles turísticos ilegales existentes en la ciudad", explica en el informe. AL respecto, la defensora de los barceloneses plantea, entre otros, que las licencias de uso para vivienda turística sean temporales, revocables y planificadas en función de la necesidad de viviendas permanentes; autorizar la ubicación de los pisos turísticos prioritariamente en edificios exclusivos o en locales comerciales no destinados a viviendas, previo cambio de uso, y establecer un sistema de control de usuarios análogo al de los hoteles.