El Ayuntamiento de Barcelona ha terminado la inspección de los 8.686 apartamentos turísticos de la Barceloneta y ha ordenado el cese de actividad de 170 pisos.
La campaña se llevó a cabo después de los episodios conflictivos protagonizados este verano por turistas en el barrio marinero de la ciudad, que sacó a los vecinos a la calle, reabrió el debate del turismo en la capital catalana y extendió la protesta a otras zonas masificadas por los visitantes.
Esta es una de las medidas puestas en marcha por el gobierno del alcalde Xavier Trias contra los pisos turísticos ilegales y el incivismo, a las que se ha sumado un aumento de la presencia de agentes de la Guardia Urbana, una mesa de seguimiento con participación vecinal y más agentes cívicos.