La oposición censuró ayer la idea de construir una pista de esquí artificial en la Zona Franca en el espacio que ahora ocupan un instituto y la sede del Banc dels Aliments. La transformación urbanística de la zona estaba en el orden del día del pleno, pero se retiró. El gobierno confirmó la intención de situar en el espacio un gran equipamiento de ciudad que dote de centralidad al lugar, pero negó que esté decidido cuál será su uso. Jaume Collboni (PSC) lo consideró una «una broma de mal gusto» y recordó que la Marina necesita «la llegada del metro». Alberto Fernández Díaz (PP) calificó de «inaceptable» dar este uso a un terreno público. Ricard Gomà (ICV-EUiA) expresó su «rechazo frontal», y Alfred Bosch (ERC) recordó que Barcelona «no es Dubái».
CONTROVERTIDO PROYECTO EMPRESARIAL
La oposición rechaza el esquí en la Zona Franca
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