Desde la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, llegaron al Biometa las reflexiones sobre la huella energética de la recogida de la fracción orgánica de los residuos y su tratamiento. El profesor Charles Banks y su equipo han analizado la gestión de la fracción orgánica en 26 países diferentes. «Europa es un territorio gigantesco, con grandes diferencias entre países: clima, densidad... No hay una respuesta única a la recogida de los residuos», avanza Banks, quien considera que una buena manera para evaluar los sistemas es su eficiencia. «Solo cuando la energía producida por la fracción orgánica es superior a la empleada para ser recogida y tratada obtenemos un sistema sostenible ambiental y económicamente», añade Banks.