El diagnóstico de losostensibles tembloresque sufren, desde el 2011, cientos de pisos y locales delEixampleen la ruta de laL-2parece que al fin está claro. Instalado en 1995, cuando se abrió la línea, el sistema para anclar los raíles a la base de hormigón de las vías se ha vuelto ineficaz y ahora transmite al terreno y a los edificios lasvibraciones del paso de trenes.
Estas sujeciones son la causa principal del problema, según un estudio encargado por laConselleria de Territoriresponsable de la infraestructura, y deben ser sustituidas en 3,5 kilómetros de túnel entreSagrada FamíliaySant Antoni. Los vecinos lo saben desde octubre y esperaban conocer a principios de año el plan de actuación. En el barrio de la Sagrada Família afirman que no quieren esperar más y preparan la segunda asamblea de este mes para decidir acciones de protesta.
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