Entrevista CON EL el socio de más edad del ateneu barcelonès

Moisès Broggi: «El Ateneu era una isla de libertad en la época franquista»

Moisès Broggi.

Moisès Broggi, a sus 102 años, es el socio más veterano del Ateneu Barcelonès. El prestigioso cirujano, que durante la guerra civil fue jefe del equipo quirúrgico de las Brigadas Internacionales, muestra con orgullo un tesoro enmarcado en la biblioteca de su torre en la zona montañosa del Putxet: el cuadernillo original del discurso que en 1895 el poeta y dramaturgo Àngel Guimerà pronunció al ser nombrado presidente de esta comprometida institución cultural.

-¿Por qué tiene cariño a esta ponencia de Àngel Guimerà?

-Fue la primera vez que se utilizó el catalán en una sesión académica. Su discurso es una sentida reivindicación de la lengua y de la literatura catalanas, que en esa época habitaban en la sombra. Yo ya no lo veré pero espero que mis nietos lleguen a vivir en un Estado catalán. El mundo tiende hacia las nacionalidades pequeñas. Los conflictos se resuelven mejor en el lugar donde se producen.

-Tesis opuesta a la de Vargas Llosa.

-Él lo ve todo al revés.

-¿Cuándo y por qué se hizo socio?

-El doctor Josep Maria Roca, tío de mi madre, presidía el Ateneu cuando nací, pero no me hice socio hasta los 30 años, lo dejé en la postguerra y volví en 1985. El Ateneu reúne las fuerzas científicas y culturales. Estoy enamorado su biblioteca. ¡Un lugar entrañable! El Ateneu sigue siendo el centro cultural de Barcelona.

-¿Ha participado activamente?

-No he sido de los más concurrentes, pero nunca olvidaré las charlas con Josep Pla. Mi trabajo me ha absorbido demasiado tiempo. En los años 70 impartí una conferencia sobre las razones por las que formo parte de la asociación Médicos contra la Guerra Nuclear. Y cuando cumplí 100 años, Oriol Bohigas me organizó un homenaje. ¡Fue emotivo!

-¿Se podía hablar sin miedo en las tertulias del Ateneu?

-El Ateneu era una isla de libertad en la época franquista. Alguna vez se tuvieron que hacer equilibrios, pero logró subsistir. Eso sí, en las conferencias siempre aparecía un delegado del Gobierno para asegurarse de que nadie se extralimitase.

-¿En qué ha cambiado Barcelona?

-Vivir en Barcelona es un privilegio. Me siento como si estuviera en el rovell de l'ou del món. Pocos intuíamos lo magnífica que sería cuando terminara la dictadura. Su gente y su paisaje es excepcional.

-¿Cómo era Barcelona en su niñez?

-Nací en la calle de París, al lado de Balmes. Todo eran solares y vacas pastando. Las pocas casas alzadas sólo tenían dos pisos. Desde mi balcón se podía ver la plaza Universitat.

-¿Qué es lo más importante?

-Compartir el sufrimiento de los demás. Ayudar. La compasión es importante, no solo en medicina. Los momentos malos son inevitables, por eso hemos de saber disfrutar.