Es una fiesta con un formato único en la cultura del país. Existen muchas celebraciones de trabucaires, pero ninguna como esta, que incorpora el teatro en la calle. Y con una sorpresa detrás de otra». Son palabras de Carles Camps, organizador de la Festa d'en Toca-sons de Taradell, que hoy celebra su 18ª edición. Se trata de una gran representación teatral y popular por las calles del pueblo, marcada por el estruendo de los trabucos, el olor a pólvora, la música y un montón de incógnitas que varían año tras año. En el festejo participan unas 400 personas, entre grupos de danza, actores, trabucaires, gigantes y músicos, que se mezclan con visitantes y vecinos.
El gran protagonista del relato es el temible bandolero Jaume Masferrer, alias Toca-sons. Masferrer vivió a principios del siglo XVII, en la época de máximo esplendor de bandolerismo barroco catalán. Su radio de acción, como cabeza de cuadrilla, fueron las Guillerías y el Cabrerés. Fue abatido en uno de los bosques de los alrededores de Taradell, donde todavía se conserva su fosa. Desde entonces ha sido objeto de canciones y romances.
El municipio de Taradell ya vive la Festa d'en Toca-sons desde hace algunos días, con actividades previas como la recreación de un poblado bandolero o la llamada a filas de voluntarios para unirse al grupo del Sometent. Pero el punto álgido del montaje tendrá lugar esta tarde, a partir de las 17.30 horas, con sardanas, gigantes y juegos en la plaza de las Eres. Una hora más tarde está prevista la irrupción de Toca-sons y su cuadrilla en el pueblo, en un punto sin confirmar.
LA DETENCIÓN / Tras un atraco a la pastelería, disparos a raudales, discusiones acaloradas con el público y algunas reyertas con la banda del Sometent, el bandolero será detenido mientras baila una sardana. Toca-sons será llevado a Can Costa, donde será juzgado ante el pueblo. Aquí se desvelarán algunos de los grandes secretos de la fiesta. ¿Toca-sons será declarado culpable o inocente? Si se le condena, ¿será ahorcado o intentará huir? ¿Lo conseguirá?